55 años de cárcel para el director de una aseguradora por delitos sexuales contra sus trabajadoras

Se valió de su posición dominante en la empresa para satisfacer sus deseos sexuales y desarrolló durante años una campaña de acoso y derribo a algunas de las trabajadoras que tenía bajo su mando para que atendieran a sus requerimientos sexuales, con desprecio a su voluntad y tratando de doblegarlas, con llamadas a la lealtad a la labor profesional.

Son parte de los hechos que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva considera probados en el caso del director de la aseguradora Nortehispania en Huelva, Carlos M.R., al que impone una pena de más de 55 años de cárcel por delitos contra la integridad moral, acoso sexual, agresiones sexuales continuadas y amenazas a seis víctimas, todas ellas mujeres que trabajaron a sus órdenes, según recoge la periodista Rosa Font en http://pagina3huelva.es/.

La pena de prisión va acompañada, según la sentencia a la que ha tenido acceso Página3huelva, de prohibiciones de acercamiento a las víctimas que llegan hasta los 14 años y de indemnizaciones que de forma conjunta sobrepasan los 180.000 euros.

El tribunal, que considera que en algún caso hubo relaciones consentidas, impone además un periodo de diez años de libertad vigilada cumplida la condena y la imposibilidad de que pueda ser clasificado en tercer grado penitenciario hasta el cumplimiento de la mitad de las penas impuestas, con límite del triple de duración de la pena mayor.

El agresor se permitía aprobar o desaprobar su modo de vestir, imponiéndoles que llevasen falda y trataba de intimar con sus víctimas interrogándolas sobre aspectos de su vida sexual, color de bragas, prácticas sexuales, preferencias, modo, fechas y frecuencia.

La sentencia relata ataques estremecedores en los que el agresor utilizaba la fuerza con las mujeres, trataba de chantajearlas para que atendieran a su voluntad si querían progresar en la empresa o no perder su trabajo, e incluso las amenazaba con violencia o riesgo de muerte. “La vida vale muy poco, es fácil pagar a un gitano para matarte”, llegó a decirle a una de las trabajadoras, amenaza que cumplió enviándole a una persona con este mensaje cuando la mujer paseaba por una calle del centro.

 

 

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