La organización agraria Asaja-Huelva ha recibido con satisfacción la noticia de la concesión de 115,2 hectómetros cúbicos de agua para los regantes de la provincia de Huelva, lo que supone sacar a 37.777 hectáreas de cultivos del limbo jurídico en el que se encontraban desde hacía más de 30 años por la inacción de las propias administraciones. Por tanto, a juicio de Asaja-Huelva, aunque la concesión es sin duda un hecho positivo y largamente esperado, llega evidentemente tarde y de forma insuficiente, ya que otorga unos volúmenes de agua que no consiguen garantizar la producción de las explotaciones en los niveles de calidad requeridos y por tanto, no permite ni el desarrollo de los regadíos que ya existen ni la implantación de regadíos en nuevas zonas de la provincia, zonas desfavorecidas económicamente que llevan años intentando encontrar en el regadío un medio de vida sostenible.
Además, para Asaja-Huelva es paradójico que un sector que cumple de sobra con todos los estándares de eficiencia y que ha sido pionero en España a la hora de implantar la tecnología más puntera con el fin de incrementar la eficacia y la sostenibilidad de sus cultivos y que paga el agua más cara que en la mayoría de las zonas de Andalucia, encuentre tantas trabas a la hora de desarrollarse de forma óptima, máxime cuando hablamos de una provincia con recursos hídricos más que suficientes gracias a su generosa pluviometría y, de nuevo, a la conciencia de ahorro de la que sus agricultores han hecho gala siempre. Todo ello, además, gracias a la inversión y el esfuerzo de los propios agricultores, que para colmo, por el hecho de haber implantado sistemas de riego con control dependiente de la electricidad, son “sancionados” con tarifas eléctricas que en muchos casos hacen casi insostenible su actividad económica.
La organización agraria alaba, en cualquier caso, la iniciativa de la Junta de Andalucía a la hora de hacer efectiva esta medida y comprende que esta administración ha actuado en la superficie regable sobre la que tiene competencias, aunque no da soluciones para la zona de la Corona Norte forestal de Doñana sobre las que si tiene competencias, unas 2300 Has, pero recuerda que no pueden perderse de vista las zonas que hayan quedado desamparadas y que no debe dejarse de luchar para que las condiciones de los regadíos de la provincia de Huelva sigan mejorando y evolucionando en un futuro lo más próximo posible. Cabe destacar que la concesión para esas 37.000 hectáreas responde a la dotación rebajada propuesta por la Junta de Andalucía, algo que, en ningún caso, debe hacer renunciar a los regantes onubenses a la dotación real que precisan sus cultivos.
Por último, Asaja-Huelva recuerda que este paso en la consolidación del regadío de Huelva no debe hacer olvidar a nadie, especialmente a las administraciones con responsabilidad en el tema y a los políticos que comprometieron su palabra de forma recurrente en época electoral, la necesidad de dotar a la provincia de Huelva de infraestructuras hidrológicas como la presa de Alcolea o el recrecimiento de la presa del Andévalo, por citar sólo algunas, que posibilitarían el desarrollo en superávit de recursos de los regadíos de la provincia de Huelva, provincia, por otro lado, con la superficie más pequeñas dedicada al regadío en Andalucía.