Cientos de burrillos tomaron ayer las calles de la ciudad del Nobel para celebrar el aniversario del nacimiento de Juan Ramón Jiménez con una multitudinaria cabalgata que nos remontó al Moguer de 1900. Los participantes iban ataviados con trajes de la época en la que se escribió ‘Platero y yo’.
Niños y niñas vestidos de campesinos, de señoritos o ataviados como el propio poeta y su compañera Zenobia Camprubí, llenaron ayer de fiesta las calles y plazas de la localidad para celebrar el 133 aniversario del nacimiento del poeta y de manera especial este año también el centenario de la elegía andaluza.
El éxito de esta convocatoria se basa precisamente en la singularidad de la historia que representa y en su manera de llevarla a cabo, pero también en la implicación cada vez más notable de los moguereños y moguereños, que ya no solo visten a sus pequeños, si no que se caracterizan ellos mismos para contribuir al mayor esplendor de una iniciativa que se organiza como recuerdo a la memoria del más ilustre de sus paisanos. A este gran día de fiesta se sumaron varios concejales del Ayuntamiento de Moguer y también el precursor de esta iniciativa, Manolo Raposo, que con sus vestimentas de época nos hicieron volver la mirada hacia ese pueblo de principios de siglo XX que inspiró al poeta moguereño a escribir su obra más universal.
La comitiva partió de la cuadra de Platero en la Casa Museo tras dar lectura a varios pasajes de la ‘elejía andaluza’, para que fueran las propias palabras del Nobel las que dieran el pistoletazo de salida a este singular paseo en burro. Participaron en este pequeño recital una representación del equipo de gobierno encabezada por el alcalde Gustavo Cuéllar, el concejal de Turismo y Comercio José Antonio Rodríguez y la edil de Desarrollo Local Pilar Rodríguez, junto al presidente de Apyme Cayetano Toribio y varios niños y niñas del municipio, acompañados por un ejemplar de este tierno animal, que se ha convertido gracias a la gran epopeya juanramoniana en símbolo de la cultura.
Esta tradicional cabalgata, que se detuvo como no podía ser de otra forma en la casa en la que vio la luz el poeta moguereño el 23 de diciembre de 1881, forma parte de la programación navideña que promueve la Asociación de la Pequeña y la Mediana Empresa local junto al Centro Comercial Abierto de Moguer, en colaboración con el Ayuntamiento y con el patrocinio de las cooperativas Cuna de Platero y Grufesa.
La burrada navideña ‘Platerillo de Moguer’ llenó la mañana de imágenes enternecedoras, haciendo que el espíritu del tierno burrillo que acompañó a Juan Ramón en sus paseos por Moguer, impregnase la vida de una ciudad que presume orgullosa de su poeta, haciendo protagonista a un animal estrechamente ligado a este pueblo, y a los niños y niñas que tanta ternura despertaban en el Andaluz Universal.