13 diciembre 2024
Andalucía necesita menos
Andalucía necesita menos

TERETES.
2015: El remedio.
[Paco Velasco]

TeretesSiempre deseché la posibilidad de que existiera un cuerpo sano longevo si el alma es insalubre. En política, la tesis me parece, al menos, irrefutable. La salud de alma es el vestíbulo de la salud del cuerpo social. Un pueblo que admite la pobreza como un mal de época, carece de motores para avanzar en la conquista del bienestar. El triunfo, en suma, de lo demoníaco.

No sé quién decía que la primera riqueza es la salud. De ser cierto, los recortadores de recursos sanitarios estarían en primera línea del crimen organizado. No cabe la naturaleza que actúa como médico a palos. La existencia de comedores sociales y de bancos de alimentos revela la profundidad del subterráneo hediondo que estamos excavando. A falta de pan, el ánimo no es suficiente, por mucha voluntad que pongamos para poner en fuga a nuestras enfermedades. Algunos remedios se convierten, no pocas veces, en causas concretas de la muerte.

2015 puede ser el remedio. La corrupción es el gran cáncer de España. La golfería de los políticos se extiende como magma incandescente por el torrente sanguíneo del Estado sin que las instituciones gobernantes, legislativas o judiciales sepan/quieran erradicarla. Porque poder, vaya si pueden. Quien lo dude, reflexione sobre el fenómeno Podemos. La organización de Pablo Iglesias tiene un mérito excepcional: decir en alta voz, sin tapujos, que el emperador está en pelota picada. Al conjuro del grito, millones de españoles han comprendido que la sisa educativa, la reducción en prestaciones sociales, el naufragio sanitario, los rescates indecentes a la mafia bancaria, los escándalos mayúsculos de psoecialistas y peperos con la complicidad necesaria de los de IU, la vergonzante movida endogámica de CC.OO y de UGT, la deriva de la Corona y un largo etcétera de los “prendas” oficiales, no pueden admitirse ni un minuto más.

Los de Rajoy se lavan las manos cual Pilatos de vía muerta y corazón maltrecho. Pedro Sánchez y Susana Díaz rivalizan en el unto con barnices de momificación a sus líderes despiadados. Los nacionalistas ocultan sus miserias en las banderas andrajosas de un secesionismo infame. Todos ellos pugnan por acercar sus figuras a la del odiado coleta. Es imposible. Carecen del talento político del profesor y, sobre todo, arrastran el lodo seco de decenios de mangoneo. El gran éxito del clan de la Complutense es haber llamado a rebato. Que ya es mucho.

En 2015, el remedio. Las elecciones municipales encuestarán hasta qué punto el mensaje de los rebeldes e indignados ha calado en la sociedad. La victoria de Podemos no será la vacuna anhelada. Iglesias y Monedero no han descubierto la raíz del mal. Se han limitado a difundirlo. Les basta y les sobra con proclamarlo a los cuatro vientos. Sin embargo, sus limitaciones políticas son tan gigantescas como sus ambiciones antidemocráticas de poder. La casta no se ha extinguido. Huracanes del Caribe amenazan nuestras libertades.

Entre esta democracia corrompida y una futura dictadura de salud de hierro, me quedo con la primera. El alma humana no es un conjunto de huesos y músculos. Por el contrario, se conforma de derechos, creencias, libertades y respeto a los individuos y al colectivo. Por eso, ojo con las mujeres y con los hombres que nos venden duros a peseta. Las buenas intenciones pueden acabar en tragedia. Cuánto más los instintos dañinos o las ideas maliciosas.

El voto ciudadano de 2015 tiene un valor inestimable. Representará, más que nunca, la fortaleza de un pueblo entero frente a la robustez de un populismo químico. No olvidemos un dato: los partidos turnistas lo han hecho horriblemente mal en los últimos años. El partido podemista está en condiciones idóneas para rematar al cero absoluto el centro medido de sus adversarios electoralistas. Lo que es lo mismo, para sumirnos en el caos. Brecht nos lo advirtió en su fantástica “ascensión irresistible de Artur Hui”: la corrupción es la médula espinal de la peor burguesía y del nazismo más perverso.

Jueguen, señoras y señores, jueguen. Con tino, por favor, con tino.

2 comentarios en «TERETES.
2015: El remedio.
[Paco Velasco]
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  1. El problema es que la golfería no es sólo de los políticos y resulta una visión simplista de lo que nos sucede; si así fuera el problema sería menor y de fácil solución. El problemas es que la golfería, en un sentido amplio, está instalada en la Sociedad a unos niveles insoportables.
    Y así, cada cual piensa que el «golfo» es el de al lado y que su propia conducta no es para tanto.

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