El diputado del Área de Infraestructuras de la Diputación de Huelva, Alejandro Márquez, ha visitado los trabajos de restauración que se están realizando en las tallas de las tres cabezas indígenas halladas el proceso de desmontaje de la Columna del IV Centenario llevado a cabo por la Junta de Andalucía. Al mismo tiempo, ha podido comprobar el lugar elegido para la definitiva ubicación de estas tallas, que no es otro que frente al monolito y delante de un muro donde irá toda la información de lo que son y como intervinieron en la historia de este monumento.

Los trabajos que están llevando a cabo los restauradores Carlos Javier Sánchez y Regla Rossiñol consiste principalmente en la limpieza de los restos de tierra mediante lavado con cepillo de nylon, la eliminación de los restos de mortero de hormigón, el pagado y reforzado de grietas, y la aplicación de un tratamiento hidrofugante mediante pulverizado, con producto sellador antihumedad, que permite la transpiración de la piedra del interior al exterior y la impermeabilización del exterior al interior.

El diputado de Infraestructuras ha señalado que, dentro de unas semanas, “cuando estén totalmente restauradas las tres piezas, La Rábida va a ganar un lugar más de interés para los onubenses y para los visitantes”. Además ha recordado que “todas las actuaciones que hemos llevado en La Rábida la hemos efectuado desde el respeto al valor histórico, sentimental y natural que tiene este sitio”.

Alejandro Márquez, ha asegurado que “con el hallazgo de las tres cabezas indígenas se aporta aún más valor al significado de la Columna y a todo el espacio de La Rábida y, por tanto, su ubicación definitiva es un aspecto al que le hemos puesto mucho cariño e interés”. En el contexto de la Columna, las esculturas “contribuyen a la interpretación del monumento y enriquece la historia de una obra que, de por sí, ya tiene un pasado muy llamativo”.
Las tres cabezas talladas formaban parte de la primitiva Columna original levantada en La Rábida en 1892 para conmemorar el IV Centenario del Descubrimiento de América obra del arquitecto Velásquez Bosco. Son, por tanto, las únicas piezas que se conservan de la Columna original. En 1944 se le encarga a Martínez Feduchi la restauración del Monasterio de La Rábida y ante el deterioro que sufre la Columna propuso incluirla también en su proyecto. Él concibe un monumento más sobrio y de líneas más clásicas que recordara las antiguas columnas romanas y con esta idea, ni la ornamentación ni la forma de la columna primitiva tenían cabida, pero las cabezas se conservaron en el interior del monumento formando parte del relleno.

En el último proceso de restauración del monolito salieron a la luz estas cabezas de mármol talladas que representan a indígenas americanos. Las tres cabezas tienen el mismo estilo escultórico y presentan una gran similitud en sus rasgos. Van cubiertas con tocados, uno de ellos de plumas y los otros dos lisos.

Para su puesta en valor era necesario restaurar estas figuras ya que el tiempo y las circunstancias de su soterramiento habían deteriorado su imagen, presentando restos de cal y otras concreciones a la vez que la pérdida de algunas zonas prominentes como el caso de la nariz. Al mismo tiempo había que determinar el lugar de exposición. Ambas circunstancias han sido sometidas a la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Delegación de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Huelva. Al mismo tiempo, el ayuntamiento de Palos de la Frontera ha estado informado en todo momento de la voluntad de restaurar estas tres piezas.

Para Márquez es importante resaltar el “respeto” que la Diputación ha puesto en todo lo relacionado con La Rábida. La recuperación y restauración de estas piezas, que habían sido utilizadas como cimentación en la anterior restauración, es un ejemplo del cuidado con el que se está trabajando en todo el espacio. “Hemos recuperado las tres esculturas y las vamos a exponer al público porque creemos que es el destino que merecen”, ha señalado.