Más de cien días sin llevarnos una alegría al rostro. Y es que Huelva respira de otra manera cuando el Recre gana. El rostro y las lágrimas de los recreativistas que estuvieron en el Colombino, fue la fotografía del partido.Con la victoria ante el Racing, el recreativismo cierra la semana con dos buenas noticias: la inyección económica que Gildoy y el Ayuntamiento mete en las venas del Decano y la victoria que suponen seis puntos ante un rival directo.Pero el partido necesita de un profundo análisis que nos lleva a decir que nada se ha logrado tras sumar tres puntos. La felicidad nunca es completa hasta no ser prolongada. Cierto es que de no haber ganado, hoy el equipo estaría desahuciado y condenado.Las carencias son manifiestas en el sentido ofensivo que el equipo no acaba de alcanzar. Una primera parte que no supo a nada; en la segunda, sí que vimos a un Recre mejor. La implicación de la plantilla es absoluta y así lo entiende con sus aplausos los aficionados. Ante el Racing, 5.400 espectadores con un comportamiento extraordinario. La afición está sabiendo estar a la altura. Ni un solo pito a jugadores, técnico y palco cuando el equipo era colista en la primera parte. De alabar a los que sí saben estar siempre bien. No hay otro camino que seguir por esta línea. Nos jugamos todos mucho.
Pavón tiene claro que no le temblará el pulso a la hora de apostar por gente de la cantera. Los chavales están sabiendo estar a la altura en este delicado momento. El portero Rubén asume una responsabilidad en el peor momento de la temporada. Esta sereno, tranquilo y transmitiendo calma a su defensa. Y ayer, Antonio Domínguez demostró que quiere y puede estar en el once. A pierna cambiada creó problemas al rival. Y para culminar el éxito de los canteranos, Caye Quintana tiene gol y verticalidad. Su gol abre un nuevo camino a la ilusión. El Recre ante el Racing jugó con cuatro canteranos más el entrenador de la cantera. No puede ser un equipo más onubense.Se ha ganado, y el puesto de la salvación no es necesario mirarlo con prismáticos. Pero esta travesía será muy larga. Restan 15 partidos para acabar la liga y mínimo hay que ganar ocho partidos para garantizar la permanencia. La de hoy ha sido una final ganada para seguir esperando más finales.
Si todo queda firmado esta semana con Hacienda, los jugadores cobran y el equipo crece a partir esta victoria, el camino será algo más plácido sin olvidar las dificultades que tendrá mantener la categoría.