El director general de Gestión del Medio Natural, Javier Madrid, ha constatado junto a los delegados territoriales de Educación, Cultura y Deporte y de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Vicente Zarza y Josefa González Bayo, el avance de los trabajos de restauración, mejora y puesta en valor del entorno natural del conjunto dolménico de El Pozuelo, en el monte público Los Barreros (Zalamea la Real), y en el Arboreto del Villar, en el Coto de la Matilla I, en el término municipal de Bonares, que se encuentran, tras arrancar hace apenas un mes, a un grado de ejecución del 26,7 por ciento.

El proyecto, que contempla una inversión global de 922.097,57 euros, generará un total de 3.892 jornales en la provincia de Huelva durante los seis meses que durarán las obras, encuadradas dentro del Plan de Infraestructuras Forestales (PIF) 2015. En el primer mes, ya se han contabilizado 1.041 jornales, 613, en Zalamea y 428, en Bonares.

Estas actuaciones de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, dirigidas a la conservación del patrimonio rural natural y financiadas en un 75 por ciento con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), persiguen, como ha recordado Javier Madrid, la doble meta de cuidar y salvaguardar el paisaje y contribuir, a su vez, a la que es la “prioridad absoluta” del Gobierno andaluz, la creación de empleo. La filosofía, según ha continuado el director general, es clara: “El monte es una fuente de riqueza inagotable, verde y sostenible más allá de lo ambiental, también en lo social y lo económico, y hemos de aprovecharlo, como cada recurso que tenemos, a favor del desarrollo de nuestros pueblos”.

Dólmenes de El Pozuelo

La obra del entorno de los dólmenes de El Pozuelo, cuya antigüedad podría remontarse al 2.500-1.900 a.C., se centra en el monte público Los Barreros, donde se ejecutan desde tareas de densificación (sobre 25,65 hectáreas) hasta de eliminación de eucaliptos (40,69 hectáreas), así como la creación de senderos de conexión de los distintos enterramientos (3.667 metros) o el arreglo de caminos (4.485 metros). Todo ello, sin olvidar la construcción de badenes o vados (378 metros cuadrados), correcciones hidrológicas (5,2 metros cúbicos) o la señalización. El objetivo es, en palabras de Josefa González Bayo, no sólo facilitar el acceso a los visitantes del conjunto, sino favorecer que el espacio recupere su paisaje vegetal originario.

Los trabajos vienen a complementar, como ha añadido Vicente Zarza, las actuaciones de investigación arqueológica, protección, conservación y puesta en valor ejecutadas por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte en los dólmenes de El Pozuelo (Bien de Interés Cultural con la tipología de Zona Arqueológica, máximo rango de protección patrimonial) y que se han saldado con una inversión global de 650.000 euros. “En su conjunto, una prueba del compromiso de la Junta con el patrimonio cultural y natural y con el desarrollo socioeconómico del medio rural”, han afirmado ambos delegados, quienes han reiterado que “se están tomando las medidas oportunas” para subsanar el deterioro estructural del Dolmen número 5, causado por la basculación de uno de los ortostatos de apoyo y el deslizamiento de losas de cubierta de la galería restituidas en su día.

Arboreto del Villar

En cuanto al Arboreto del Villar, cuya singularidad descansa en su condición de una de las curiosidades botánicas más interesantes y desconocidas de la provincia e, incluso, del país, con la presencia de fauna de gran relevancia, como es el caso del lince ibérico (Lynx pardinus), el proyecto apuntala el entorno visual del arbolado, repone infraestructuras deterioradas y acondiciona senderos, entre otras acciones. De este modo, se pretende aumentar el valor del patrimonio histórico y natural de este paraje que reunió diferentes especies de eucaliptos con el objeto de experimentar e investigar la posible utilidad de algunos árboles de rápido crecimiento con fines madereros e industriales, para la desecación de lagunas y como plantas ornamentales.

En concreto, se aborda desde la selección de brotes de eucalipto y el destoconado (14,56 hectáreas), la eliminación de eucaliptos y la repoblación con especies rupícolas (5,44 hectáreas), la densificación con especies autóctonas (2,53 hectáreas) y la eliminación de árboles decrépitos (8,73 hectáreas). Unas labores a las que se suman la creación y mejora de infraestructuras contra incendios forestales (20,66 hectáreas), el arreglo manual del camino (546 metros), la instalación de una talanquera de madera (126 metros), la contención hidrológica (3,6 metros cúbicos), la rehabilitación del centro de interpretación y la reparación de impostas.