La única Hermandad de la Madrugá en la capital onubense ha vuelto a discurrir por la Carrera Oficial tras dos años en un extraño limbo. Por ello, ha modificado su recorrido para pasar por la calle Puerto, donde se encontraba su sede fundacional: el Convento de la Victoria. El Señor Nazareno ha presidido en esta Cuaresma el Vía Crucis de las Hermandades, en el que estrenó túnica de terciopelo liso y la restauración de sus antiguas potencias. Ha salido también restaurada la corona de la Amargura. Por otra parte, la labor de imaginería del paso de Cristo ha quedado completa con nuevas piezas de Carlos Valle.
Los acompañamientos musicales del Nazareno se han mantenido inalterables desde hace décadas: su propia banda de cornetas y tambores ha acompañado al Señor, mientras que la Banda de las Mercedes de Bollullos ha desfilado tras el palio.