La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha amparado desde el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión del Medio Marino Andaluz (Crea-Cegma) Marismas del Odiel a 1.391 animales desde su inauguración en enero de 2012. De ellos, más de la mitad, 742, han podido ser reinsertados en el medio natural tras su total rehabilitación. Éste es el balance de este hospital de urgencias que ha abierto sus puertas al público este fin de semana en el marco de la I Jornada Divulgativa al Ciudadano con el objetivo, como ha expresado la delegada territorial de este departamento de la Junta de Andalucía, Josefa González Bayo, de incidir en la concienciación de la población sobre la necesidad de proteger a la fauna ibérica y la importancia, en consecuencia, de avisar ante el hallazgo de algún ejemplar herido o atrapado.
El Crea-Cegma es, en este sentido, bajo las palabras de Josefa González Bayo, un “elemento trascendental” no sólo por la cantidad de animales que encuentra auxilio en sus instalaciones, sino, sobre todo, por el elevado valor cualitativo de los mismos, “afectados por un grado de peligro que hace más necesaria, si cabe, su especial protección y la existencia de este centro, referencia en nuestra comunidad autónoma”. Como ha continuado la delegada, se erige en una “verdadera garantía” para todas esas especies emblemáticas de la fauna ibérica que habitan o transitan por la provincia en el marco de sus flujos migratorios y, por tanto, para la salvaguardia de la biodiversidad. De hecho, del total de ingresos registrados en sus tres años de vida se ha recuperado de un modo íntegro el 53,4 por ciento de los animales, un promedio alto si se tiene en cuenta el estado en el que llega la mayoría de los ejemplares rescatados.
Entre ellos se encuentran animales incluidos en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, algunos amparados, incluso, por el máximo grado de protección. Así, por las instalaciones de este espacio insertado en plena Reserva de la Biosfera, han pasado a lo largo de sus tres años de vida cuatro linces ibéricos (Lynx pardinus), dos águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti), tres cigüeñas negras (Ciconia nigra), una avutarda (Otis tarda) y 28 tortugas mora (Testudo graeca). Unas especies en peligro de extinción a las que se suman 12 buitres negros (Aegypus monachus), dos águilas pescadoras (Pandion haliaetus), dos águilas perdiceras (Hieraaetus fasciatus) y 53 aguiluchos cenizos (Circus pygargus), estas últimas clasificadas como vulnerables.
Además, el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión del Medio Marino Andaluz Marismas del Odiel, que, en su conjunto, atiende a todas las especies protegidas (aves, mamíferos, reptiles y anfibios) que hayan resultado incapacitadas para sobrevivir en libertad, ya sea por causas naturales o por la acción directa o indirecta del hombre, presta asistencia sanitaria en las tareas de hacking (o cría en semilibertad) y a los nidos del programa de reintroducción del águila pescadora, así como en los casos de varamientos de cetáceos en la costa de Huelva. De igual modo, colabora con el proyecto Antídoto a través de la realización de necropsias para el esclarecimiento de supuestos episodios de envenenamiento de animales en el territorio onubense.
El centro, en definitiva, desde la óptica de la delegada territorial, va más allá de la recuperación de la fauna silvestre y su reinserción en el medio natural, en la medida en que participa también en programas de investigación y de cría en cautividad y promueve acciones de educación ambiental. No en vano, en sus tres años de trayectoria ha recibido a más de medio millar de escolares de Primaria y Secundaria para su participación en charlas sobre la conservación de especies amenazadas, talleres didácticos y visitas al área de irrecuperables. Asimismo, desde el Crea-Cegma, con la colaboración de la Policía, la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente, se imparten cursos de manejo de fauna silvestre y varamientos.
El Crea-Cegma, con una superficie de 13.000 metros cuadrados, dispone de equipamientos como las piscinas para la fauna marítima y una sala de usos múltiples que permiten la celebración de exposiciones y talleres divulgativos, zonas a las que se suman áreas restringidas como los recintos y voladeros para las aves en proceso de recuperación, la sala de cuarentena o el área clínica. Dentro de ellas, ha aseverado González Bayo, “un enorme y apasionante trabajo que hoy, con esta jornada es más conocido por la población”, gracias a la charla del personal veterinario y al posterior recorrido por el hospital clínico y el área de irrecuperables, donde los visitantes han podido contemplar ejemplares de cuatro especies protegidas que encuentran su hábitat en la provincia de Huelva.