Aprender técnicas de control de la atención con el fin de estudiar con efectividad, ha sido el eje principal del taller impartido en el marco de la Cátedra Fundación Cruzcampo por parte del doctor Andrés Pomares. El ponente ha destacado la importancia de las “neuronas espejo” en el ser humano, es decir, “sonreír al mundo para que este nos devuelva la sonrisa”.

En febrero del año pasado, la revista Times abrió su portada con un nuevo concepto, el Mindfulness, es decir, la experiencia de vivir en el presente y no en la ensoñación o en la virtualidad. Pomares ha destacado que en los últimos tiempos “vivimos con el piloto automático, sin pensar en el presente”. Por el contrario, el cuerpo está siempre en el presente ¿Cuál sería entonces la solución? Unir mente y cuerpo de tal forma que formen uno solo. Entonces, podríamos tener acceso a la experiencia de vivir y dejar de “pensar la vida”. En la sociedad actual en que vivimos los dos grandes motivos de infelicidad, ha destacado, son la “emoción tóxica” y el “pensar en la vida”. Frente a ello, Pomares propone practicar el Mindfulness y “querer experimentar la vida”.

Para conseguir la armonía del Mindfulness, Pomares aconseja practicar ejercicios de control de atención y ser constantes en ello.  Mindfulness, en español, trata de no vivir de espaldas a nuestros sentidos, “porque no queremos vivir como un pato: emigrando, persiguiendo a otros y en actitud defensiva” sino de “tomar el timón de nuestras vidas”. En el ámbito laboral, el ser humano no está preparado para funcionar en multitarea de forma efectiva y además esta acción puede provocar el estrés crónico, es decir, alteración del sueño, disminución de las relaciones, irritabilidad o apatía. Para combatir este estrés, el ejercicio físico puede ser un complemento a los ejercicios anteriormente mencionados del Mindfulness.