Desde hace años el Cementerio Nuevo de Isla Cristina viene sirviendo como lugar de hábitat preferente para una colonia de palomas bravías que, año a año, ha ido incrementando su número de ejemplares.
La colonia, cercana a los doscientos ejemplares, está causando graves deterioros tanto en los elementos comunes del camposanto como a nivel particular en determinados nichos, debido a la erosión provocada por dichos animales.
Así, desde la Delegación de Cementerio, asesorados por la Delegación de Medio Ambiente, se han obtenido los permisos pertinentes por parte de la Delegación Territorial en Huelva de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, estando autorizada la captura con jaulas de los ejemplares de palomas bravías (Columba livia), por espacio de un año, para evitar el deterioro del Cementerio así como posibles riesgos derivados de los excrementos producidos.
En declaraciones de Agustín Ponce, Delegado de Cementerio, “cuando nos hicimos cargo de la Delegación hemos visto la problemática existente en el Cementerio Nuevo de la localidad que, evidentemente, no es nueva, pero que no había sido convenientemente solucionada, por lo que la colonia existente iba en aumento”. Asimismo, pidió “paciencia y comprensión a todos los que visitan nuestro Cementerio cuando vean las jaulas instaladas, porque redundará en el beneficio de todos la erradicación de los ejemplares.”
Por otra parte, también se está actuando sobre una colonia de aviones comunes (Delichon urbicum) que había anidado en diversos edificios del mismo cementerio.
En este caso, una vez obtenidos los permisos, y una vez que los ejemplares existentes han abandonado los nidos, se ha procedido a la eliminación de los mismos, en las condiciones expresadas por la citada delegación territorial de la Junta de Andalucía.
Así, mientras que las palomas bravías no están incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas ni en el Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, en el caso de los aviones sí lo están, por lo que se ha esperado el tiempo pertinente para su cría y desarrollo, antes de proceder a la retirada de los nidos.