El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, ha visitado la empresa Salinas del Odiel, ubicada en pleno centro del paraje natural Marismas del Odiel, donde ha destacado el “equilibrio perfecto que se produce entre naturaleza e industria”. Caraballo, acompañado por el vicepresidente de la Diputación, José Fernández, ha querido conocer de primera mano las instalaciones de esta empresa, así como sus potencialidades industriales y turísticas.
Caraballo ha insistido que “en este entorno hemos podido comprobar como es perfectamente posible la existencia de actividades industriales compatibles con el medio ambiente. Además, se trata de una actividad que beneficia a muchas de las especies de aves que habitan en este paraje, ya que durante el funcionamiento de las salinas, en el proceso de producción de 200.000 toneladas de sal, se genera también el alimento de los flamencos, la artemia salina, que le da el característico color rosa a su plumaje.
Las salinas se extienden en un área total de 1.300 hectáreas, y cuentan con 12 balsas cristalizadoras. En ellas reposa la sal que ha de cubrir el 30% de las necesidades del mercado español. El proceso de obtención de la sal se divide en la inundación de la salina, por la entrada de agua procedente del canal de las Madres, de Punta Umbría; en la concentración, a partir de la evaporación; en la cristalización, y en la recogida de la sal, que se lleva a cabo durante los meses de agosto y septiembre.
Salinas del Odiel fue creada en 2010 y su actividad es el envasado de sal para alimentación y lavavajillas, siendo su principal cliente la cadena de supermercados Mercadona. Sus productos están certificados por las normas internacionales de seguridad alimentaria IFS (International Food Standars) y BRC (British Retail Consortium) y su plantilla está integrada por 70 personas.