El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decretado prisión incondicional sin fianza para la joven de Almonte detenida en Barajas cuando pretendía viajar a Siria para enrolarse en las filas del Estado Islámico. El juez acusa a la joven de 22 años de un presunto delito de colaboración con banda armada.
La detenida ha declarado ante el juez que quería viajar a Turquía para estudiar. La mujer, María Cala Márquez, de 22 años, ha comparecido este miércoles ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, quien ha decretado su prisión incondicional tras imputarle un delito de colaboración con organización terrorista y otro de desplazamiento a zona de conflicto en grado de tentativa.
La joven, que pretendía viajar a Turquía para supuestamente trasladarse después a Siria, portaba su pasaporte y otro que le había hecho un amigo y que, según los investigadores, quería entregar a alguno de sus contactos. Éste también está imputado en el procedimiento y declarará ante el juez instructor en los próximos días.
La mujer, según el Ministerio del Interior, había experimentado un proceso de conversión al Islam más extremista y mantenía contacto, a través de Internet, con yihadistas radicales. Según fuentes de la investigación, la joven almonteña mantenía contactos por Internet con un egipcio con el que pensaba casarse en Siria.
Los planes de la detenida de viajar a Siria pudieron detectarse gracias a las investigaciones que se siguen sobre las vinculaciones y comunicaciones que el grupo terrorista DAESH mantiene con residentes en España.
La joven vivía con su madre en el número 16 de la calle Federico García Lorca en un municipio de tanto fervor religioso como Almonte, lugar al que peregrinan cada año miles de personas con el objetivo de visitar a la Blanca Paloma en la ermita de El Rocío.
RÁPIDA CONVERSIÓN
Su proceso de radicalización fue rápido, cercano a lo que los especialistas llaman un ‘adoctrinamiento express’. Se trata de un fenómeno común desde la irrupción de las nuevas tecnologías en los procesos de captación. Se da especialmente en personas jóvenes. En cuestión de semanas pueden pasar de llevar una vida normal a querer dejarlo todo por hacer la yihad.
Las vecinas de Almonte que conocen a María dicen que era muy trabajadora y que nunca la vieron con velo o ropas de estilo musulmán. Una de ellas apuntó que este lunes la vio pasar vestida de negro pero «como va la gente joven». Todas han incidido en que era «una persona normal». Según dicen, trabajaba en un hotel junto a su madre.
Su deseo era dejar todo y marcharse al califato donde las mujeres son mayoritariamente tratadas como esclavas. Las fuerzas de seguridad tienen constancia de que al menos 130 personas han abandonado España en los últimos años para hacer la yihad en el extranjero. Lo más común es que se les ofrezca una vida idílica como mujer de muyahidin y al llegar allí se den cuenta de su error y quieran volver.