La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha reclamado, ante el anuncio del cierre de la mina de Aguablanca, en Monesterio (Badajoz), la “alianza y colaboración del Gobierno de España, que en funciones puede funcionar para ayudar y dar tranquilidad y esperanza a los trabajadores que lo merecen”. El cierre afecta a unos 70 trabajadores de las localidades onubenses de Cala y Santa Olalla del Cala, así como a algunas empresas auxiliares.
Díaz, que ha visitado junto al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, a los mineros de Aguablanca que se encuentran encerrados en esta localidad para protestar por el anuncio de cierre de esta explotación minera, ha exigido al Gobierno central que “se implique al máximo”, junto a los Gobiernos de Andalucía y de Extremadura, para evitar el cierre de la mina de Aguablanca, en Monesterio (Badajoz).
La presidenta de la Junta ha mostrado su “apoyo rotundo” a las 400 personas, entre empleos directos y empresas auxiliares, que “merecen una oportunidad trabajando en su tierra, donde hay un subsuelo rico”. Además de Monesterio, el anuncio de cierre de la mina repercute en los municipios andaluces de El Real de la Jara (Sevilla), Cala y Santa Olalla del Cala (ambos en Huelva), ya que un 30% de los trabajadores son andaluces.
Tanto Díaz como Fernández Vara han asegurado que llegarán “hasta el final y haremos todo lo que tengamos que hacer para que Aguablanca no se cierre”, desde el convencimiento de que “esta batalla hay que ganarla”. Se ha mostrado convencida, en ese sentido, de que “si todo el mundo se pone al frente del problema, si nadie se pone de perfil y si exigimos responsabilidad social, esto tiene salida”.
“Todos tenemos que defender primero que esta mina no se va a cerrar y segundo que nuestra mina tiene que ser sostenible y dar esperanza y futuro en nuestra tierra”, ha dicho Díaz, que ha considerado que este sector tiene “futuro”. Ha incidido en que “queremos una minería moderna, sostenible, con buenas condiciones laborales, con formación cualificada, en la que la transformación y la fundición se haga en nuestras comarcas, que el valor añadido se quede aquí”.
Susana Díaz ha cuestionado que la mina de Aguablanca sí fuera rentable en agosto y que ha hecho negocio en la comarca en los últimos meses sostenga ahora que ya no lo es, porque “no ha bajado el níquel de forma tan desmesurada como para que digan que no hay oportunidades de negocio”.
“No es justificable que una empresa de la noche a la mañana diga que se marche y deje a una comarca llena de incertidumbre y de desasosiego”, ha remarcado la presidenta, que ha recordado que “la empresa, que ha hecho negocio, no puede arbitrariamente un día coger la puerta y marcharse, rompiendo los sueños y las esperanzas de familias en comarcas que necesitan una oportunidad”.
La presidenta de la Junta ha apelado a la responsabilidad social de las empresas y ha recordado que “en Andalucía hemos exigido que todas las empresas que vienen a hacer negocio con el rico subsuelo que presenten avales sociales”, que en las últimas licencias han sido de 25 millones de euros, “porque cuando se marchan tienen que saber que en nuestros pueblos la gente merece tener alternativa”. “Cuando se tienen comarcas con un subsuelo rico, no podemos tener a trabajadores pobres”, ha remarcado.
En su visita a Monesterio, Susana Díaz y Fernández Vara se han reunido con el alcalde, Antonio Garrote, en la sede del Ayuntamiento y han visitado a los mineros que se encuentran encerrados en el edificio de la Mancomunidad. Al encuentro han asistido también los secretarios regionales de UGT y CCOO en Andalucía y en Extremadura y los alcaldes de El Real de la Jara, Santa Olalla del Cala y Cala.