Las tareas de limpieza del manto y saya de salida, así como del Simpecado constituyen las principales novedades que presenta la Hermandad de la Oración en el Huerto de cara a la próxima Semana Santa. El taller de Jesús Rosado se ha encargado de acometer los trabajos de conservación en las tres piezas.
En el caso del manto de salida de Nuestra Madre y Señora de los Dolores, el bordador ha explicado que la limpieza ha consistido en «retirar la cera adherida tanto en el exterior del terciopelo como en el interior del tejido así como al bordado de hojilla». Acometer estos trabajos de limpieza «de manera periódica cada dos o tres años para garantizar la mejor conservación de la pieza» es la voluntad de la Junta de Gobierno, según ha explicado José Carlos Castillo, hermano mayor de la Archicofradía. Castillo también ha recordado que «el principal proyecto patrimonial de la Junta de Gobierno es la intervención del manto procesional», una de las principales joyas de la Semana Santa andaluza.
La pieza, obra de Patrocinio Vázquez, está fechada en 1905, siendo ejecutada para la cofradía sevillana de El Valle; llegó a Huelva la Semana Santa de 1919 arrendada por la Hermandad de la Vera+Cruz, que la adquirió en propiedad un año más tarde merced a la mediación de la condesa de Mora Claros y del sacerdote onubense Juan Francisco Muñoz y Pabón. Tras la fusión de las hermandads de la Vera+Cruz y de la Oración en el Huerto, en 1939, el manto engrosa el ajuar de la Archicofradía del Jueves Santo.
También se han realizado labores de limpieza en la saya que bordara Juan Manuel Rodríguez en 1920. Se trata de una pieza de terciopelo color azul bordada en hojilla de plata.
Así mismo, el taller de Jesús Rosado ha llevado a cabo la limpieza del Simpecado de la cofradía, ejecutado en 1954 por Guillermo Carrasquilla. La pieza está bordada en hilo de plata y hojuela y lleva enmarcada en el centro una imagen de la Inmaculada de Seco Velasco.
Otra importante novedad en la estación de penitencia del próximo Jueves Santo será la recuperación del Lignum Crucis. La reliquia, propiedad de la familia Padilla, está autentificada en 1871 según documento rubricado por Monseñor Gaetano Franceschini, que fue obispo de la diócesis italiana de Macerata y Tolentino entre 1867 y 1881. El Lignum Crucis aparece expuesto en un ostensorio ejecutado por Joaquín Osorio y enmarcado en una Theca de plata con filigranas del mismo metal y sellado con la lacra del obispo Franceschini. El Jueves Santo figurará en el cortejo de la cofradía como la última insignia del tramo de palio.