La Central Sindical Independiente y de Funcionarios ha denunciado el problema de inseguridad al que se enfrenta el personal que trabaja en las distintas oficinas de Empleo de la provincia dependientes del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y del SAE (Servicio Andaluz de Empleo). Según esta central sindical, “a diario se registra alguna agresión verbal, más o menos grave, y en ocasiones deriva en daños físicos a los trabajadores”. En este sentido, recuerdan que hace dos semanas el SEPE de la avenida Muñoz de Vargas de la capital uno de los vigilantes de seguridad fue agredido después de que tuviera que intervenir para contener a un usuario que se puso violento con uno de los trabajadores.
Aunque las agresiones físicas se dan en menor medida es habitual escuchar insultos y amenazas a los empleados públicos de estos centros de trabajo, advierte el sindicato. “Al problema de la falta de personal se une la desesperación de los usuarios que acuden a las oficinas a tramitar el paro o los subsidios por desempleo”, explica Eugenia de la Villa, responsable provincial del sector de Administración General del Estado del sindicato. En el SEPE, asegura, “se están viviendo situaciones realmente tensas porque al ciudadano se le acaban todas las ayudas del Estado y esa frustración la proyecta con el trabajador que lo atiende”.
También es habitual que “increpen al personal cuando se les dice que falta documentación, que hay algún error en la información o cuando se les comunica que se le ha denegado alguna ayuda”, afirma De la Villa quien subraya cómo “los trabajadores somos los que damos la cara, con menos recursos y mayor demanda de los usuarios como consecuencia de la crisis. Prácticamente todos los servicios de cara al público están viviendo este tipo de problemas”.
En el caso concreto de la oficina de Muñoz de Vargas, donde se registró hace una semana la última agresión física, cada trabajador atiende una media de entre 35 y 40 personas al día según estimaciones de la Central Sindical. En total son sólo nueve personas atendiendo al público, “una cifra totalmente insuficiente”, indica Eugenia de la Villa. La carga de trabajo de este SEPE puede ascender a más de 300 consultas al día pero, a pesar este volumen de citas, a día de hoy tienen una demora de cuatro días.
Por todo ello, lamentan cómo “la Administración sigue sin solucionar el problema de personal en un servicio tan importante como las oficinas de Empleo dada la coyuntura económica y la tasa de paro actual. Los trabajadores realizan un sobreesfuerzo tremendo y, además, son los que tienen miedo por la inseguridad que sienten en sus puestos de trabajo. Son ellos los que dan la cara por los errores de la Administración, los que sufren las consecuencias de la escasez de las plantillas y, además, los que a diario son increpados por algún usuario que se deja llevar por la desesperación y la impaciencia”.
Campaña contra agresiones
El sindicato, a través de su campaña “Gracias por respetarnos”, exige que los lugares de trabajo, y en especial los de atención al público, se conviertan en “zonas sin violencia”. Se trataría, según la central sindical, de “espacios protegidos para los empleados públicos que, sobre todo desde el inicio de la crisis, han sido testigos en primera persona de cómo se han cargado las tintas contra ellos y a veces también como se traspasaba la línea de lo tolerable, y del algo más que palabras se pasaba a la agresión, al insulto y a la amenaza”. Finalmente, insisten en la importancia de que los trabajadores quieran dar el paso para denunciar las agresiones ya que sólo suele iniciarse el protocolo en aquellas que revisten mayor gravedad.