Repito que el actual parlamento me parece un circo sin sentido. Digo circo desposeyéndolo de todas las virtudes que la carpa pueda tener para el sano entretenimiento de aquellos que disfrutan o disfrutaron del mismo en su infancia. A mí siempre me pareció algo triste y decadente, cosas de mi propia forma de ser, entiendo. Pero por muy cansados que estén los analistas de repetirlo, no deja de ser verdad que el parlamento presente es una representación más o menos fija de lo que hoy es la sociedad del Estado español.
¿Qué gobierno podría salir de aquí con una posible debilitación de Podemos y su abstención para que gobiernen psoecialistas y ciudadanitas juntos? ¿Y si al final los podemitas aceptan una participación más o menos simbólica en el mismo con una vicepresidencia y algún ministerio? ¿Y si vamos a elecciones generales? Mi opinión es que a pesar de lo que dicen las encuestas, una buena campaña electoral del PP movilizando a su electorado abstencionista el 20-D, consolidando el voto del día de las últimas elecciones y atrayendo de nuevo el voto conservador huido al desvaído C’s, podría mostrar una mayoría más proclive hacia un gobierno conservador-liberal, Mientras tanto, seguimos en el nauseabundo patetismo de unas formaciones que sin pensar en los ciudadanos, persiguen el nombre de los gobernantes. Miren, si no, cómo Albert Rivera ha desaparecido, estratégicamente de los medios, y son los segundos los que dan las explicaciones de lo imposible, de la impostura y el desvarío de su acuerdo fracasado con los socialistas.
Al ser cierto que en los últimos años se ha perdido mucho en valores –formación en valores, educación en valores, preeminencia de los valores por encima del interés personal, etc-, los representantes públicos no tienen principios morales porque esa es su educación y formación. Habría esperado más de los alumnos de Julio Anguita, pero mi impresión es que para el viejo comunista es más importante la revolución que las personas en su integridad como, de hecho, ha venido practicando el comunismo a través de la historia, desde la revolución rusa de 1917 hasta la cultural del maoísmo, pasando por los países cautivos tras el telón de acero o las actuales Cuba y Corea del Norte.
Los políticos no tienen valores y quizás únicamente podamos encontrar algo de ello en los de mayor edad pero, estos, forzados por las circunstancias, han llevado a cabo unas políticas durísimas con los trabajadores y muy ventajosas para la banca y los más favorecidos. De ahí el desgaste de su credibilidad: aunque crean en las personas, no piensan que esas personas tengan que ser atendidas por igual en sus necesidades y están convencidos de que las razones de Estado están por encima del bienestar de los hijos de este pueblo.
Una sociedad sin valores genera políticos sin valores que practican políticas sin valores y ausentes de significados nobles para la conformación de una sociedad sana y próspera. Pensar que del actual parlamento pueda surgir una mayoría de gobierno para las personas, es un error de tal calibre como creer que cualquiera de los cabezas de lista de los grupos parlamentarios valen siquiera el tiempo que perdemos en decir sus nombres. Así son las cosas y así las digo. Ya me gustaría que fuera de otra manera, pero como no es así, no me reprimo y abomino de lo que tenemos en la Carrera de San Jerónimo.
1 comentario en «EL LABERINTO.
Gobierno para las personas.
[Javier Berrio]»
131 escaños tiene el PSOE por boca del candidato permanente e impenitente Pedro Sánchez. Casi un mes necesitó para ver fracasar su investidura, y camino de otro lleva para no pasar de esos 131 escaños «suyos» (con permiso de C’s y de Ana Oramas). Como la cosa no fragua, ahora se va a reunir con el macho alfa de Podemos, el que ya ha empezado la escabechina con los errejonitas. Como todo se va a desarrollar en Semana Santa, los besos de Pablo Iglesias me recuerdan el famoso beso de Judas que muy posiblemente reciba Pedro Sánchez, pues si fracasa en el intento,con ese beso será señalado y digno de ser sacrificado por su Sanedrín, con otros Anás y Caifás, y el «Consejo de Ancianos Barones» quién le conduzca a un nuevo Pilatos, que lo entregará a sus desmoralizadas bases, al grito de: ¿ A quién queréis a Pedro Sánchez o a Maidana?….la respuesta será en otro jueves que no Santo.