La hermandad de la Sagrada Cena ha sido la primera en tomar la decisión de demorar la salida una hora, para ver como evolucionaba la predicción del tiempo, y también la primera en tomar la decisión de que su cortejo procesional salía a la calle. Entre aplausos y una gran emoción se tomaba la decisión que anunciaba la presidenta de la gestora de la hermandad, una gestora que recibía el reconocimiento a su trabajo en la dedicatoria que le han hecho en una de las levantás.
La primera embajada del Polvorín ha vuelto a mostrarnos el momento en el que Cristo bendice el pan y el vino, creando así el sacramento de la Eucaristía.
Delante del paso ha podido contemplarse la siempre llamativa representación de la Hermandad de la Sagrada Cena de Valladolid.
Tras el Cristo del Amor ha marchado su propia agrupación musical, que estrena este año uniforme.
Las novedades en los pasos de esta hermandad han llegado con la Virgen del Rosario. El paso de palio ha salido a la calle con la restauración y plateado del juego de varales. También ha sido estreno la enagüilla de la cruz alzada, bordada en el taller de la hermandad y con el escudo de la Orden Dominica a la que se encuentra vinculada la advocación del Rosario.
La música tras paso de palio ha estado a cargo de la Banda Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor.