La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Primitiva Cofradía de J.H.S del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad, los Negros, ha sido la encargada de cerrar la Semana Santa valverdeña, en una procesión marcada por el recogimiento y la devoción.
Un día más, las calles de la localidad estaban repletas de cofrades valverdeños que no quería perder detalle de la última estación de penitencia de la Semana Santa, dónde la presencia de las Tres Marías y la Verónica acompañando a los pasos no dejaban indiferente a nadie.
El rostro de las cuatro jóvenes valverdeñas, imperturbable durante toda la procesión, es uno de los grandes misterios de la Semana Santa local, ya que hasta el momento de salir de la Parroquia no es desvelada la identidad de las mismas. Las elegidas este año han sido Saray Mojarro, Cristina Domínguez y María Domínguez, como las Tres Marías; y Aixa García encarnando a la Verónica.
Con la procesión del Viernes Santo, Valverde del Camino ha puesto fin a una Semana Santa marcada por la puesta en marcha de su carrera oficial. Una carrera oficial fruto del consenso entre el Ayuntamiento y las hermandades de penitencia valverdeñas, que ha constado de 600 sillas gratuitas distribuidas por las cercanías de la Parroquia de Nuestra Señora del Reposo y la Plaza Ramón y Cajal.
Precisamente la Plaza Ramón y Cajal se ha convertido en el punto de mayor interés de esta carrera oficial. Numerosos han sido los valverdeños que han acudido allí a presenciar las estaciones de penitencias de las hermandades. Es en la Plaza dónde se han vivido los momentos de mayor intensidad, cuando los costaleros bajaban los pasos por la rampa construida para salvar el desnivel de la misma, provocando los aplausos de los allí congregados por la pericia y maestría demostradas.