La Empresa de Aguas de Huelva EMAHSA, en colaboración con la empresa de gestión cultural Platalea, va a llevar a cabo, a partir del próximo 23 de abril, visitas guiadas al monumento de la Fuente Vieja, el único acceso conocido al acueducto romano de Onoba del siglo I.d.C.
Así toda aquella persona que lo desee podrá inscribirse de forma gratuita en la página web www.platalea.com para conocer de la mano de profesionales la historia viva del patrimonio cultural relacionado con el agua de nuestra ciudad.
La duración de la visita es de aproximadamente dos horas, partiendo desde la Plaza de Toros de la Merced y realizándose un recorrido guiado a pie, a modo de ruta de senderismo, por las laderas del Conquero. Se visitará también un respiradero del acueducto que se encuentra integrado en un marco paisajístico espectacular, desde donde se divisa el río Odiel, y se terminará la travesía en los aledaños de la Fuente Vieja. Durante el recorrido los técnicos de Platalea guiarán a los participantes en un viaje hacia nuestro pasado, la naturaleza que nos rodea, nuestra cultura y nuestro patrimonio.
Esta iniciativa de Aguas de Huelva da continuidad al trabajo que viene realizando el voluntariado de patrimonio histórico de la Fuente Vieja, dirigidos por la arqueóloga municipal Rocío Rodríguez Pujazón, en la difusión de un legado del patrimonio histórico onubense poco conocido y en las que los onubenses han mostrado un gran interés. La empresa municipal ya venía colaborando con estos voluntarios en la impresión de los trípticos informativos.
La Fuente Vieja es el único acceso conocido hoy en día al antiguo acueducto de Onoba. Durante al menos dos mil años, este fue el principal sistema de abastecimiento de agua de la ciudad. Se trata de una galería subterránea de ladrillo construida en época romana y reparada posteriormente durante la etapa islámica, que capta el agua presente de forma natural en el cabezo del Conquero y la conduce hacia la ciudad.
Se sabe que el recorrido se iniciaba en los alrededores del Santuario de la Cinta y terminaba en la Plaza de San Pedro, dando lugar a la denominada calle La Fuente. El trazado se encuentra jalonado por respiraderos, cajas de agua y pequeños depósitos de decantación.
Gracias a la labor del grupo de Voluntariado de Patrimonio Histórico, la Fuente Vieja ha quedado accesible para su visita, aunque no se puede entrar en las galerías dado el peligro de derrumbe que conlleva.