El Corpus Christi se vive de una manera muy especial por muchos de los rincones serranos de nuestra comarca, aunque hay un lugar donde se vive de una manera muy particular. Cumbres Mayores, al norte de la Sierra de Huelva, despliega todos sus encantos en los que se han convertido sus grandes fiestas del Corpus Christi. Seis días llenos de tradiciones, curiosidades y diversión.
Este municipio serrano continua marcando en su calendario el jueves como día grande al procesionar la custodia por las calles del municipio adornado para la ocasión con colgaduras y colchas antiguas, salpicados por pequeños altares estratégicamente colocados para hacer parada oficial de la sagrada forma para su posterior exposición al público. Los aromas de las flores y la juncia señalan el recorrido de las tres imágenes marianas que acompañan al cortejo: Ntra. Sra. de la Esperanza, patrona del municipio, Ntra. Sra. del Amparo y la virgen de Gracia. Todas acompañadas de sus hermandades pero además por unas de las tradiciones más antiquísimas del lugar, estamos hablando de su danza ritual. Imagen espectacular que se queda marcada en la retina donde un grupo de hombres y de niños ataviados con trajes clásicos con un estilo medieval tocan unas castañuelas engalanadas por cintas de colores al son de una melodía de gaita y tamboril. Sus movimientos armónicos varían en cada parada o cambio de ritmo haciendo de este un momento único. Este mismo espectáculo de aromas, sonidos y sentimientos se vuelve a repetir el domingo, más conocido en el lugar como el “Domingo la Otava”, en la carrera corta que indica que todas las imágenes vuelven a su lugar de origen poniendo en marcha la cuenta atrás para poder recibir de nuevo a su patrona y poder procesionarla por las calles de Cumbres Mayores.
Pero si se caracteriza estas fiestas por algo singular es la mezcla entre lo religioso y lo pagano. Este simbolismo lo podemos comprobar en el cartel oficial que anuncian los días de fiestas, del 25 al 31 de mayo y donde el viernes, sábado y lunes, a partir de las 17.30 horas, se realizan en su calle principal sus afamadas capeas. Desde el inicio de la calle la Porta, sueltan cinco reses cada día de manera individual, siendo elegida este año la ganadería de Juan Pedro Domecq de la finca Lo Alvaro.
La música es el protagonista de las veladas nocturnas y el punto de encuentro obligado para todos es la Caseta Municipal, donde la selección de orquestas y espectáculos para cada noche amenizan momentos de distensión.