La periodista Teresa Viejo ha presentado este martes en los Cursos de Verano de la UNIA en La Rábida el curso denominado ‘El mismo juego, nuevas reglas. Liderazgo femenino». El acto ha contado con la presencia de Yolanda Pelayo, vicerrectora del Campus de La Rábida, y de Esperanza Morillo, directora de proyectos de la Fundación Atlantic Copper, que colabora con el curso.
Para Teresa Viejo Jiménez uno de los objetivos del curso es analizar el liderazgo femenino en diferentes ámbitos sociales: el empresarial, el de la sanidad, el de las empresas de comunicación, empresas públicas y privadas, de gestión cultural, etcétera. Al mismo tiempo se pregunta, ¿existe realmente un liderazgo femenino? ¿o es algo que se ha ido acuñando con el tiempo? ¿de qué manera ejercen el poder los hombres y las mujeres? ¿hay directoras y directores con características muy diferenciadas?. “Nos estamos planteando preguntas y respuestas y eso hace que sea un curso interactivo”, dice la directora.
Con respecto a lo que significa “Liderazgo femenino”, Teresa Viejo Jiménez lamenta que se tenga una idea preconcebida. “Se piensa que detrás de esas palabras hay un grupo de mujeres hablando de cuotas y en realidad lo que intentamos es ver cuáles son las estrategias evolutivas para poder echar una mirada y cambiar la sociedad”, explicó.
Por lo tanto, el curso también pretende averiguar cómo van a ser los líderes del siglo XXI, hombres y mujeres, en dónde hay que poner el foco. “Hay que estar cerca de quienes sufren, eso nos permite mirar desde dentro para generar un cambio en la sociedad”, destacó la periodista. Además – continuó – un cambio en la sociedad y de sistema no se puede lograr ni por el imperativo legal ni a corto plazo, “implica cambiar la raíz de la sociedad ya que la paridad entre hombres y mujeres no se puede lograr paulatinamente”.
Por último, la conductora televisiva mencionó una paradoja que han observado luego de escuchar las primeras ponencias del curso. “La publicidad es un mundo bastante sexista y curiosamente las mujeres compramos y leemos más que los hombres, sin embargo, quienes deciden lo que compran, lo que se ve, y lo que leen, son hombres”, concluyó.