La volantista española Carolina Marín, nueva campeona olímpica de bádminton, aseguró este viernes tras su triunfo en la final ante la india PV Sindhu, que está «en una nube» tras haber hecho realidad el sueño que, con 14 años, le llevó a dejar Huelva para entrenarse en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, según declaraciones a la agencia EFE. «Estoy en una nube, el sueño se ha hecho realidad», remarcó en zona mixta la onubense quien, a sus 23 años, es también doble campeona de Europa (2014 y 2016) y del mundo (2014 y 2015). Carolina Marín afirmó que el oro olímpico es la recompensa «a todo el trabajo que hay detrás». «Me he acordado de los dos meses infernales que he tenido que pasar para conseguir el sueño que tenía desde los 14 años, cuando fui al CAR. Fernando (Rivas, su entrenador) cuando perdí el primer set me recordó ese sueño y por qué estábamos en una final olímpica. Lo más importante era creer que podía ganar», valoró. La andaluza indicó que después del último punto de la final, resuelta en tres sets por 19-21, 21-12 y 21-15, rememoró «cada entrenamiento» que hizo en su camino hacia Río de Janeiro. «He llorado y sufrido muchísimo», abundó.
Con su triunfo, Carolina Marín reivindicó asimismo la importancia de preparar «cada pequeño detalle». «Esto no es un milagro. Detrás hay mucho trabajo. Ha salido una españolita que ha roto el muro asiático y me siento orgullosa de que los futuros campeones vean que se puede hacer, con trabajo y mucha constancia», añadió. Carolina Marín destacó la relevancia de su equipo de trabajo y continuó su agradecimiento: «Quiero dar las gracias a toda España, a toda la gente que me ha estado viendo por la televisión. Cuando una sale a la pista lo valora y lo siente. Gracias a mis padres y a mi chico, que han estado aquí viéndome. Desde la grada he notado su apoyo. Gracias también a toda Huelva y a mi familia». La número uno del ránking mundial señaló que el de hoy es el día «más feliz» de su vida y que tras su éxito en la ciudad carioca le apetece «disfrutar» y relajarse.
«Quiero disfrutar de hoy, disfrutar del momento», dijo. Después, volverá a dejarse llevar por su ambición: «Todavía quedan por ganar muchas cosas. No me canso de ganar. Mi carácter es muy competitivo, me voy a dejar siempre la piel por España». Con este oro olímpico, además, espera haber construido «un camino para que los futuros jóvenes vean que se puede conseguir».
Fernando Rivas: «Carolina es única, ha ganado la mejor del mundo»
Fernando Rivas, entrenador de Carolina Marín, dijo después de conseguir la medalla de oro en los Juegos que su jugadora «es única» y que en Río «ha ganado la mejor ahora misma en el mundo», que ha sabido «sobreponerse al papel de favorita». «Carolina desde 2014 gana en los grandes eventos y hoy ha ganado la mejor. La mejor ahora mismo en el mundo y tiene mucho mérito porque ha aprendido a sobreponerse al papel de favorita. El mundial de 2014 me supuso un satisfacción enorme, pero la de hoy me durará hasta el día que me muera», comentó Rivas. El técnico granadino recordó que para llegar a ganar este oro han entrenado «con más intensidad» que con la que van a competir «y todo esto ha rebotado en el momento perfecto». «Más que luchar estamos trabajando con un ilusión y eso es lo que nos ha dirigido hacia adelante sin mirar lo que hacen otros», explicó.
Rivas se refirió a los momentos difíciles que la onubense tuvo en el partido contra la india Pusarla V Sindhu, que se impuso en el primer set (19-21) y aunque perdió los otros dos (21-12 y 21-15) en el tercero llegó a empatar después de ir cuatro abajo para colocarse después a dos (16-14), antes de que la onubense tuviera la reacción definitiva. «No encontró estrategias de ataque, ni el uso que le queríamos dar a la red, pero encontró otras maneras, otras maneras que si no estas concentrado en lo que haces la otra empieza a buscarte las cosquillas. Nosotros planteamos qué hacer para hacerle daño a sus puntos débiles y para cubrirnos los nuestros», repasó.
En su opinión a veces Carolina ha estado «demasiado eufórica cuando el marcador estaba holgado, y eso siempre es un arma de doble de filo», y por eso la ha recordado en uno de los descansos del encuentro cómo era cuando tenía 14 años y se trasladó a Madrid para entrenar con él en el Centro de Alto rendimiento. «Necesitaba recordar a qué habíamos venido aquí, porque la otra se había puesto por delante y se había visto un poco insegura. También por qué llevamos nueve años trabajando y que volviera a sentir el pilar del trabajo, el deseo del sueño y de lo que ha trabajado para ello. El segundo set era justo lo que necesitábamos, con ataques más rápidos, más velocidad de red y la variedad de ataque ha sido fundamental»,