J.L.E., el trabajador de un centro escolar del Aljaraque, detenido la pasada semana por presuntos abusos sexuales continuados a menores, cuenta con una condena pendiente desde el año 2013 por un presunto delito de tráfico de estupefacientes de menor cantidad.
Según han informado a Europa Press desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), este hombre fue condenado hace tres años a un año y seis meses de prisión y al pago de una multa de 60 euros, una pena que «fue suspendida en 2014 al no contar con antecedentes penales y ser inferior a dos años».
Al respecto, según estas mismas fuentes, «lo que se resuelve por parte de la Audiencia es que si en tres años este hombre no volvía a delinquir, quedaba suspendida la pena». En caso contrario, «tendría que empezar a cumplirla».
No obstante, aclaran desde el TSJA que la situación en la que se encuentra el detenido es la de prisión preventiva por los presuntos delitos de abusos sexuales continuados a menores, y en esta decisión de la juez del Juzgado de Instrucción Número 3 de Huelva «no tiene nada que ver» la citada condena, ya que en la actualidad se están investigando los hechos.
Cabe recordar que, en un primer momento, el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Huelva le tomó declaración el sábado 12 de noviembre y lo dejó en libertad y, a petición del fiscal, le impuso una medida cautelar de alejamiento del citado centro educativo, pero tras las nuevas pesquisas realizadas y el cambio de juzgado, se le impuso la prisión preventiva.
Las investigaciones del caso comenzaron después de conocer las denuncias de cinco familias de niñas de seis años de edad que relataron que, durante las horas de comedor, una persona les había sometido a tocamientos en sus partes íntimas, según ha adelantado el diario ‘Huelva Información’.
