(Texto: José Enrique Sánchez) Con recogimiento y mucha solemnidad, en un ambiente de silencio y oración, se celebró ayer el Via+Crucis Oficial de la Semana Santa de Huelva, que convoca el Consejo de Hermandades y Cofradías y que ha presidido este año la imagen del Santo Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro.
A la hora señalada, las ocho de la tarde, se abría el portón de la Ermita de la Soledad que da a la Plaza de Ntra. Sra. de las Angustias, sonaba la esquila que portaba el muñidor que abría el cortejo de hermanos del Santo Entierro que iban a acompañar a su Sagrado Titular hacía el templo de la Mayor de San Pedro, su Sede Canónica durante 150 años hasta su marcha a la Ermita de la Soledad en 1995.
Por segunda vez, la Sagrada Imagen del Santo Cristo Yacente participa en el Via+Crucis Oficial, en 1985 lo hizo por vez primera, entonces convocado por la Unión de Hermandades.
Para esta ocasión, la imagen del Señor iba sobre un catafalco, prescindiendo de la urna dorada característica con la que procesiona en Semana Santa, una imagen similar a la contemplada en la Procesión Magna con motivo del Año Jubilar de la Misericordia celebrada el pasado mes de septiembre, pero ahora sobre una parihuela a hombros de su cuadrilla de Hermanas Costaleras. En la parihuela podía leerse en latín Christus factus est obediens usque ad mortem (Cristo se hizo obediente hasta la muerte).
Una vez que el cortejo entró en el templo parroquial se inició el acto, siendo el Sr. Obispo, D. José Vilaplana, el encargado de dar lectura a la primera estación del Via+Crucis. El cortejo, ya con la incorporación de todas las Hermandades que pertenecen al Consejo de Cofradías y la Hermandad del Resucitado, volvieron a salir del templo para continuar, por el porche y Plaza de San Pedro, el rezo de las distintas estaciones que narran la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Las quince estaciones estaban marcadas en el recorrido con una Cruz de Guía y dos cirios, a excepción de la última estación, la correspondiente a la Resurrección, que venía marcada por un cirio elevado que simboliza el Cirio Pascual, Cristo Resucitado. Como curiosidad, la Cofradía del Santo Entierro que fue la encargada de la organización del acto, quiso que las cruces para las estaciones tuvieran una razón de ser; por ello fueron solicitadas las cruces de guía a las Hermandades de la feligresía (Borriquita, Pasión, Buena Muerte y Descendimiento); del Viernes Santo (Fe y Soledad); por las que pasan por la puerta de la Ermita de la Soledad (Mutilados y Cautivo), a las que existían a raíz de la fundación del Consejo de Hermandades hace ya 80 años (Vera+Cruz, Nazareno, Judíos, Esperanza y Victoria) y a la Hermandad sobre la que ejerce madrinaje en su incorporación a la Semana Santa (Sentencia).
Terminado el rezo de las estaciones y con las palabras y bendición final del Sr. Obispo concluyó el rezo del Vía+Crucis ante la torre de la Iglesia parroquial. El cortejo de la hermandad prosiguió su camino acompañado por el quebranto de la saeta, de nuevo hacia la Ermita de la Soledad, entrando el mismo hacia las diez de la noche en un ambiente de silencio y recogimiento.
Destacar del acto de ayer la presencia de numeroso público que acompañó el rezo de las estaciones, así como a la Hermandad en su salida y entrada en la Ermita de la Soledad; un acto de culto público que se desarrolló con agilidad lo que ayudó a la contemplación por parte de los asistentes. Igualmente destacable fue la participación en la parte musical del Trío de Capilla Gólgota, un chelo y la voz de Rocío Gutiérrez, hermana del Santo Entierro; el locutor Adolfo Zarandieta fue el encargado de la narración de las distintas estaciones.
Finalizado el Via+Crucis, avanzamos en el itinerario cuaresmal hacia la siguiente convocatoria del Consejo que nos llevará al Domingo de Pasión con el Pregón Oficial de la Semana Santa a cargo de Manuel Marín de Vicente Tutor.
