«Asaja-Huelva luchará con todos los medios que estén a su alcance para evitar el cierre del laboratorio de análisis agroganaderos de Aracena, que efectivamente tiene previsto la Junta de Andalucía como fruto de un plan de reestructuración de estas infraestructuras sanitarias en toda la comunidad autónoma», según ha informado la asociación agraria y ganadera en una nota de prensa.
Según Asaja, que ha acudido este miércoles a una reunión en Sevilla con responsables de la Junta, «la intención es derivar los análisis que en este momento se realizan en Aracena y que dan cobertura a cerca de 200.000 cabezas de ganado sólo en la comarca de la Sierra de Huelva a un laboratorio de Sevilla, y fusionar la actividad de los laboratorios de Cartaya y Bonares, que se centran en los análisis vegetales».
Así ha sido confirmado a los representantes de los ganaderos onubenses, entre ellos los de Asaja-Huelva, que esta mañana han sido convocados a una reunión de urgencia en la sede de la Consejería de Agricultura en Sevilla organizada tras las quejas de la organización agraria onubense, donde el secretario general técnico de la administración ha informado de los pormenores del proceso y ha advertido de la conveniencia de justificar sobradamente la necesidad de mantener la actividad del laboratorio serrano como medio para que la Junta se replantee el cierre.
El representante de la Junta –en un principio estaba previsto que fuese el viceconsejero quien se reuniese con las asociaciones agrarias-, ha explicado que la reestructuración se encuentra en un periodo de consultas y alegaciones, y ha invitado a los asistentes a presentar sus argumentos y justificar la necesidad de conservar el laboratorio por encima de cualquier premisa planteada por la Junta, que basa su plan de recortes en la “infrautilización” o la “duplicidad” en las que a su juicio incurren algunos laboratorios andaluces.
Para Asaja-Huelva, la necesidad del laboratorio de Aracena está por encima de toda duda, toda vez que no hay ningún otro en la provincia que cumpla con esta función. Es sintomático de esto que la Junta prevea desplazar los análisis gestionados en este momento en Aracena a la provincia de Sevilla, por lo que queda claro que la duplicidad no es un argumento que pueda ser utilizado por la Junta en este caso.
Tampoco serviría el argumento de la infrautilización teniendo en cuenta la cantidad de cabezas de ganado a la que da cobertura. A los animales atendidos pertenecientes a la Sierra hay que sumar los que acuden desde la comarca del Andévalo, y todos sus análisis deben ser recepcionados en un tiempo muy ajustado (menos de tres horas en el caso de las analíticas de la tuberculosis bovina), por lo que supondría un desastre tener que trasladar las analíticas de decenas de miles de animales a Sevilla. Esto, además, generaría más costes a los ganaderos, que ya realizan su actividad en un equilibrio de rentabilidad bastante precario.
Para la organización agraria, que dio hace unos días la llamada de alerta sobre las intenciones de la Junta provocando así la reacción de la administración, los argumentos esgrimidos son más que suficientes para dé marcha atrás de inmediato y mantenga el laboratorio, ya que su cierre supondría un lamentable paso atrás para la ganadería onubense y un gravísimo riesgo para la sanidad animal de la provincia, acuciada por enfermedades como la de Auzjesky, la lengua azul o la tuberculosis bovina, que consigue mantener a raya gracias al esfuerzo de los ganaderos y a la celeridad que otorga el contar con este laboratorio.