El sindicato CSIF ha denunciado que se produce una media de una agresión cada 2,7 días a los profesionales sanitarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la provincia de Huelva, según los datos a los que ha accedido esta central sindical. Coincidiendo con el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, que se celebra cada 16 de marzo, CSIF reclama medidas urgentes para prevenir estos episodios violentos que en 2016 sumaron 133 casos en el ámbito onubense y que supone un aumento del 225% respecto a 2015, cuando se registró un total de 59. Estos datos sitúan a Huelva como la provincia andaluza donde más ha crecido el número de agresiones, de las cuales catorce (un 10,5%) fueron físicas -dos más que en 2015- y 119 (89,5%) verbales, como gritos, amenazas o insultos -72 más que en 2015-.
Para CSIF los datos son “peligrosos y alarmantes” ya que además señalan que el 66,1% de las agresiones en la provincia se produjeron hacia las mujeres, por lo que exige medidas especialmente destinadas hacia ese colectivo. En concreto, 88 de ellas las sufrieron las mujeres y 45 los hombres.
Si se elevan las cifras al conjunto de la comunidad andaluza los datos ascienden a 1000 agresiones de las cuales 206 fueron físicas y 794 verbales. Además, para CSIF resulta “preocupante” que el 22,83% de ellas no tuviesen “causa aparente” por lo que exige actuaciones en materia de seguridad para evitar esos casos que suelen ser “los más conflictivos y los de peor solución”. Por situaciones, destaca el porcentaje (un 30,37%) de casos que fueron por estar en desacuerdo con el trato o conducta del trabajador lo que, a juicio de la central sindical, “tiene relación directa con la carga de trabajo que sufren los profesionales por los recortes y por las campañas de descrédito hacia la imagen de los empleados públicos que han puesto en marcha algunos sectores”. En un porcentaje menor, casi un 8%, el desencadenante de la agresión fue la disconformidad con el tiempo de atención en el centro y en un 7,25% por la demanda de un tratamiento distinto al prescrito.
Estas cifras son el reflejo “del problema de la escasez de plantillas y de recursos en la sanidad pública, lo que repercute en más demoras a la hora de solicitar una cita, aumento de las listas de espera y reducción del tiempo de atención al paciente que, en ocasiones, se deja llevar por la frustración y la desesperación y la proyecta en los trabajadores, que son los que los atienden y tratan con ellos de primera mano”, tal y como explica el responsable provincial de Sanidad de CSIF, César Cercadillo.
Por otra parte, del número total de agresiones, el 18,18% fue hacia el personal de gestión y el 81,82% a personal sanitario. En cuanto al desglose por categorías profesionales los grupos más afectados fueron con un 40,09% los licenciados sanitarios; con un 34,3% los diplomados sanitarios y el 21% fueron auxiliares de enfermería. En relación a los trabajadores no sanitarios, el colectivo que registra más situaciones de este tipo es el personal de gestión con el 42,3%, seguido de los celadores con un 41,7%.
Prevención
Después de conocer los datos de las agresiones en el SAS en 2016, CSIF ha exigido un plan consensuado y negociado entre administraciones, agentes sociales y económicos para establecer mayores medidas y protocolos de actuación que eviten esos casos. Insiste, en este sentido, en que la Prevención de Riesgos Laborales es fundamental para evitar este tipo de situaciones que tienen orígenes diversos y que provocan “situaciones desagradables y conflictivas en los centros de trabajo”. A este respecto, recuerda que ha puesto en marcha el proyecto CSIF AYUDA para atender las denuncias de los profesionales y ofrecer asesoramiento a personas que se encuentren en situaciones de conflicto y que puedan ver afectadas su salud mental, emocional o física.
Por otra parte, el sindicato reivindica como medida de prevención tanto para usuarios como para los profesionales la presencia de vigilantes de seguridad durante todas las horas en las que se presta asistencia sanitaria en los centros.
Finalmente, César Cercadillo insiste en que “los profesionales son los que tratan con los pacientes realizando un sobreesfuerzo tremendo por la falta de recursos, dotaciones y personal. Son ellos los que dan la cara por los errores de la Administración y, por ello, son increpados prácticamente a diario por algunos usuarios que se dejan llevar por la desesperación y la impaciencia”.