Más de 660 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Y, según la ONU, 1.800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable que está contaminada con materia fecal, lo que ocasiona la muerte de millones de personas en el planeta. En concreto se estima que cerca de 1.000 niños mueren a causa de enfermedades diarreicas prevenibles relacionadas con el agua y el saneamiento. No olvidemos que más del 80% de las aguas residuales resultantes de las actividades humanas se vierte en ríos o el mar sin que se eliminen los contaminantes.
Por estas razones, Naciones Unidas ha elegido este año el lema ‘Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?’ con motivo de la celebración del Día Mundial de Agua (22 de marzo). Se quiere concienciar con ello sobre la urgente necesidad de que el agua sea tratada y, en la medida de lo posible, reutilizada.
Aprovechando esta fecha de alcance internacional, el voluntariado medioambiental de Cruz Roja Juventud Huelva va a retomar el Proyecto autonómico impulsado por la Junta de Andalucía, ‘Andarríos’, y el próximo 25 de marzo llevará a cabo una actividad con un doble objetivo: contribuir a mejorar la calidad de los ríos y arroyos de la provincia y promover la concienciación sobre la situación de los millones de personas que no tienen acceso al agua.
Para ello, el 25 de marzo, el voluntariado de Cruz Roja llevará a cabo una acción de control del estado de las aguas del pantano y el arroyo Candón, con los objetivos de promover un acercamiento a los ríos y arroyos con otra mirada, fomentando su conocimiento y valoración y propiciando la acción participativa en favor de su calidad ambiental.
El voluntariado de Cruz Roja tomará datos de todos los parámetros biológicos, químicos, físicos y de impacto medioambiental a lo largo del arroyo Candón, para establecer un diagnóstico de la calidad de las aguas, a través de muestras de oxígeno, nitrógeno, y pH.
Asimismo, durante el recorrido se comprobará la situación de la flora y la fauna a lo largo del cauce, la existencia de huellas y las señales del impacto ambiental de diferentes actividades del hombre en el entorno fluvial.
Con toda la información obtenida, el voluntariado de Cruz Roja realizará un informe diagnóstico sobre el estado del arroyo al que apuntan las muestras recogidas, todo para promover la participación y la concienciación sobre la importancia de proteger y conservar los entornos fluviales, que desde siempre han sido fundamentales para la vida y para el desarrollo social.