Más de mil personas se sumaron en la tarde de este martes en el Paseo de la Ría a la actividad “Huelva mira a Doñana” convocada por la plataforma ciudadana que desde hace más de un año está movilizándose por la defensa del paisaje cultural onubense.
Los asistentes se extendieron a lo largo de los 1.200 metros de longitud del Paseo. Mirando hacia uno de nuestros singulares espacios protegidos, Marismas del Odiel, alzaron la voz para gritar “Huelva mira a Doñana”, “Huelva mira a Riotinto”, “Huelva mira a Huelva”. La actividad se convirtió en un homenaje al riquísimo y diverso patrimonio natural de nuestra provincia, ahora amenazado por el fuego. Simbolizó el despertar de la conciencia colectiva sobre su valor, el compromiso de la sociedad para vigilar y defender nuestro territorio vulnerable de toda clase de amenazas.
La actividad terminó con la lectura de un manifiesto en tres puntos diferentes del paseo para fomentar la participación de todos los asistentes, a cargo de miembros de la Plataforma Todos con Mazagón Todos con Doñana, del Consorcio de Bomberos, Bomberos Forestales, de Huelva te mira y de ciudadanos anónimos. En la actividad estaban presentes además representantes de otros colectivos comprometidos con la defensa del medio ambiente, de la naturaleza, como la Plataforma Ciudadana por la defensa del Espacio Natural de Doñana, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Asociación Mesa de la Ría, WWF o CACMA.
Fue especialmente emotivo el larguísimo aplauso de agradecimiento que los ciudadanos brindaron a los cuerpos de bomberos presentes.
La actividad fue grabada por el colaborador de la plataforma “Huelva te mira” José Antonio Portero desde el Muelle de Mineral de la Compañía Riotinto
Los convocantes leyeron un manifiesto que reproducimos íntegro por su interés:
MANIFIESTO “HUELVA MIRA A DOÑANA”
El reciente incendio en el entorno de Doñana ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del patrimonio natural de Huelva. Nuestra provincia destaca por la diversidad de sus espacios, naturales o transformados por el ser humano, con grandes valores ambientales, paisajísticos y también antropológicos al ser soporte de actividades ancestrales que han coexistido con la naturaleza. Desde Ayamonte a Almonte, desde Encinasola a Mazagón encontramos marismas, playas, dehesas, ríos, lagunas y montes que convierten nuestra tierra en un destacado hábitat de flora y fauna, lugar de especies autóctonas, protegidas o en vías de extinción, y en corredor de vital importancia para los movimientos migratorios de las aves. Todo ello ha merecido que tengamos declarados como protegidos diversos espacios naturales, que la UNESCO nos reconozca Reserva de la Biosfera y que Europa nos incluya en las listas de Lugares de Importancia Comunitaria.
Huelva es la segunda provincia andaluza con mayor superficie de espacios naturales protegidos, detrás de Jaén, y es la que tiene el mayor porcentaje de superficie protegida en relación a su extensión total, con un 44,7%. Por tanto el patrimonio ambiental es una de nuestras indiscutibles señas de identidad, orgullo para los onubenses.
El del entorno de Doñana no ha sido el primer incendio, ni el más grave, de nuestra provincia, pero las casi 8.500 hectáreas quemadas han afectado de forma especial a nuestra identidad, a un símbolo que nos proyecta fuera de nuestras fronteras. Las terribles imágenes del fuego, empujado por un viento enfurecido, ha despertado una ola de solidaridad que queremos visibilizar en este acto. Estamos con Moguer, con Lucena del Puerto, con Almonte, con las miles de personas evacuadas o aisladas por el fuego, en Mazagón, Matalascañas, en Las Madres. Con las que han perdido sus bienes, con los pinares y sabinas calcinados, con la Cuesta Maneli de nuestra memoria completamente arrasada. Estamos con los linces, ciervos y otros animales estresados, incluso muertos, víctimas igualmente de este desastre. Estamos, cómo no, con los bomberos, con los equipos de extinción y con todas las personas que, como profesionales o voluntarias, han dado todo lo que tenían para extinguir el incendio, para minimizar sus efectos.
Esta tarde queremos recordar también otros territorios onubenses devastados por el fuego, como el terrible incendio de 2004 que acabó con la vida de dos seres humanos y arrasó 30.000 hectáreas, muchas de ellas alcornocales, modo de vida de sus habitantes mediante la explotación del corcho, una actividad ancestral en equilibrio con el medio ambiente.
El rico patrimonio ambiental de Huelva ha llegado hasta nuestros días coexistiendo durante miles de años con la actividad del ser humano, la mayoría de las veces en armonía con los principales valores del territorio. Hemos heredado una tierra maravillosa que estamos obligados a defender, a proteger, a legar a generaciones futuras. Es nuestra responsabilidad estar vigilantes para que no la perdamos por el fuego u otras amenazas que la hacen vulnerable. La riqueza ambiental de Huelva es fuente de oportunidades, y desarrollar una cultura de preservación de la naturaleza no sólo nos engrandecerá como seres humanos, sino que también generará desarrollo económico, social y ambiental.
Hoy Huelva mira a Doñana como su símbolo, enlazando nuestras manos en solidaridad con ella y con otros territorios maltratados por el fuego con la esperanza de que algo así no se repetirá. No podemos permitir que vuelva a suceder. Mantengamos viva esta conciencia colectiva que ha despertado.
Huelva mira a Doñana como en un espejo. Huelva se mira a sí misma.