(Texto: Paco Velasco) Ahí lo tienen. Sánchez Maldonado es todo un as del giroscopio. Su efecto se observa en los trompos que hacen rodar los niños. Lo de los trompazos es cosa distinta. La peonza depende de la cuerda a que viene asida. Ayer, consejero de algo en la Junta de Susana. Un segundo más tarde, vuelta que te di, rector de la Universidad Internacional de Andalucía. Irrelevante allá, insulso acullá.
Anda que ha sido elegido democráticamente. La mano de la señora Díaz es fuerte. El ritmo de la perinola, alegre. El artefacto vira, rota, merodea e incluso vagabundea. Al final, el eje marca su movimiento. Pobre si pretende salir de la órbita marcada.
La felicidad de algunos se mide por su capacidad de sumisión al poder. Eso sí, los guardianes de la hipocresía simulan los nombramientos con el mejunje típico de la humildad de origen, la vocación de servicio y su decidida voluntad de salvar al mundo.
Nada nuevo bajo el sol. En su afán de fingimiento, el señor Maldonado se instala en la demagogia propia del partido que dicta, parte y reparte durante los últimos cuarenta años. Nos traslada el emérito señor que entiende la institución que rige, ejem, como una embajada. Lo que pasa es que no concreta el alcance de su misión representativa. ¿”Pa qué”? Lo mismo tiene en mente las embajadas catalanistas de Mas y de Puigdemont.
Bueno, a fuer de positivos, igual nos obsequia el esclarecido prócer con una solución taumatúrgica a los problemas que arrastran las universidades andaluzas. En el top 10 de estos centros, solo encuentra acogida la de Granada. No importa. A partir de la gestión de Maldonado, nos salimos de la clasificación. Ya veremos si por abajo.
El portazo va a ser tal que electora digital y elegido digitalizado se han pillado las manos antes de echar a andar. O mejor, y en este caso, a dar vueltas, girar, sin rumbo. Salvo el del retiro áureo del amigo. En cuyo caso, se va a llenar los bolsillos de giroscópica felicidad en forma de un fajo de billetes cada mes. Eso es un portazo y no la puerta cerrada por el viento.