(Texto: Paco Velasco) La señora Tania Sánchez, antes estrella fugacísima y hoy asteroide mínimo, está recibiendo el vapuleo de los “tuiteros”. La gran dama ignora que la palabra “convatir” está ausente del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. La mujer es una ignorante y qué. Que ella misma reconoce que se trata de un error, pues qué bien, ¿no? Peor sería que tratase de convencernos de que es una simple errata. Eso de meterse con Sánchez por un error de bulto mayestático es de gente poco piadosa.
La ortografía es un conjunto de normas. Doña Tania no entiende de reglas ni de leyes. Es más: su imagen profesional no se resiente por eso. Ya venía deteriorada desde que se cepilló al partido comunista de Madrid e ingresó en Podemos. A ella le importa un pimiento el valor de la ortografía como demostración del nivel mental o de la profesionalidad. Para qué necesita la ortografía si la moza vive como una reina del espectáculo político. Ella no presta atención a los pequeños detalles porque ella es una (de)mostración de analfabetismo funcional. La egregia señora prescinde, incluso, de los correctores. Ella es así. Lo de limpiar, fijar y dar esplendor es para el personal de los hoteles que malviven de su raquítico salario.
La comunicación vale para lo que interesa. Si es oral y a base de exabruptos, de puñetera madre. La falta de ortografía es una de las consecuencias de escribir sin leer y de un sistema (in)educativo que reparte aprobados a euro el kilo.
Pero bueno, ya que nos ponemos, le voy a dar una pequeña lección a este referente de esta izquierda que, otrora, fue ilustrada. Mire, Tania, se usa la “b” y no la “v” delante de las letras “l” y “r”; pero, además, siempre reclama la letra “m” y no la “n” cuando hay una “b” detrás. Por ejemplo: Ud. Nos da el “cambiazo” o Vd. ha metido la “gamba”. Y por su parte, se escribe con “v” después de la letra “n”. Así, se puede escribir: usted es un “convoluto” vacío y una mujer diestra en matrimonios políticos de “conveniencia”.
No hay de qué.
APOSTILLA:
Don Josep Lluís Trapero tiene mucho que decir en este anaquel de ilegalidades que sufrimos y que vamos a padecer. Habrá que ver si el Mosso actúa conforme a la legalidad de España –vigente- o la ilegalidad –manifiesta- de los sicarios independentistas. Y es que eso de aceptar la invitación de Pilar Rahola a un almuerzo en su casa huele tan mal que qué puedo hacer sino desconfiar de Damon y de Nicholson. Estaremos pendientes del nacimiento/muerte de una estrella o de la aparición de un cometa. O como decimos en Huelva, de una simple pandorga cuyos hilos se manejan desde lo alto/bajo.