El IES La Palma, y más concretamente su profesora de lengua y literatura, Valle Oso, con los alumnos Aroa García Ogazón, Santi Mateo García, Águeda Vázquez Hidalgo y Lucía Palacios Savona, ha sido reconocido con el III Premio Humanistas para Jóvenes Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide por su trabajo sobre la relación epistolar entre Ignacio de Cepeda y Gertrudis Gómez de Avellaneda: el valor del patrimonio y los perjuicios sociales por encima del amor.
Por este motivo, el alcalde de la ciudad, Manuel García Félix, y buena parte de su equipo de gobierno, han recibido a estos jóvenes investigadores con el fin de conocer de primera mano cómo ha sido esa ardua labor de investigación, que ha durado nueve meses, y, obviamente, para felicitarles por este reconocimiento a nivel nacional y destinado a alumnos de segundo de bachillerato. El alcalde les dijo que era un orgullo para La Palma la obtención de este prestigioso premio, obtenido gracias al esfuerzo, el trabajo y la dedicación de estos meses.
La investigación ha girado entorno a la relación de Ignacio de Cepeda, tatarabuelo del actual vizconde de La Palma; y Gertrudis Gómez de Avellaneda, escritora romántica del siglo XIX, quienes se conocieron en el año 39 en Sevilla y mantuvieron una relación epistolar y real amatoria durante unos 15 años aproximadamente, siendo los años 39 y 40 los momentos en el que esa relación fue más intensa. Como nos cuenta Valle Oso, ambos estaban enamorados pero fue una relación que no pudo cuajar por las cortapisas morales y prejuicios de la época.
Quizás lo más interesante de la investigación haya sido el hallazgo de unas doce cartas de Ignacio de Cepeda hasta ahora inéditas, cartas que demuestran esos prejuicios morales que estaban por encima del amor.
La investigación partió de los Archivos de Protocolos y Notariales de La Palma, para continuar estudiando las tesis doctorales de profesores de la Universidad de Huelva, como Cobano, y viajes a Almonte, Villalba del Alcor, Osuna, o el cementerio del Pilar de La Palma trazando así una ruta literaria en busca de la relación de Ignacio y Gertrudis.
Para Valle Oso este proceso ha tenido un doble descubrimiento; por un lado todos los hallazgos que se iban encontrando en el camino y que generaba una ola de entusiasmo enorme; y por otro lado ha supuesto para los alumnos un crecimiento personal sorprendente. Además ha sido “una expansión de generosidad hacía nosotros, es como afianzar la confianza en el ser humano” en relación a la ayuda recibida de archiveros, ayudantes agrícolas, la propia familia Cepeda, los biógrafos y estudiosos de Gertrudis, etc.
De sus alumnos imbuidos en este proceso de investigación ha dicho que la actividad les ha permitido aprender que en humanidades hay mucho campo por hacer y descubrir en nuestro Condado, y en la propia localidad.
Para Aroa esa ruta por las localidades buscando las huellas de Ignacio y Gertrudis le ha supuesto entender mejor sus circunstancias. Para Águeda el trabajo paleográfico ha sido muy interesante y el descubrir una figura como la de Gertrudis que desarrolló todos los campos de la literatura en una vida bohemia, fuera de la generalidad de las costumbres de las mujeres de la época. Para Lucía, lo más interesante ha sido el hallazgo de las cartas de Ignacio, un descubrimiento que reflejaba perfectamente ese amor imposible que le obligaba a casarse con alguien de su altura social. Y Santi que ha desarrollado el punto de vista de la genealogía que le ha permitido descubrir relaciones impensables.
Para todos este premio ha supuesto un gran reconocimiento y un impulso para seguir indagando en el campo de la investigación.