La sentencia de no culpabilidad dictada por el jurado popular en el juicio del doble crimen de Almonte, en el que murieron brutalmente asesinados Miguel Ángel Domínguez y su hija de 8 años, ha provocado la reacción lógica de alegría y alivio entre los familiares y amigos del hasta ese momento acusado, Francisco Javier Medina, así como una tremenda frustración y pena entre los familiares y amigos del asesinado, su hija y de Marianela Olmedo.

La sentencia de no culpabilidad por parte del jurado popular, que será recurrida, está basada en la falta de pruebas contundentes que no hiciera albergar a sus miembros –6 mujeres y 3 hombres– ninguna duda sobre la autoría del doble crimen cometido el 13 de abril de 2013.

El gran éxito de la defensa de Francisco Javier Medina, llevada a cabo por Francisco Baena Bocanegra y Juan Ángel Rivera, ha estado en crear en el jurado las suficientes dudas razonables como para hacer imposible a sus miembros que enviaran a la cárcel a su defendido.

Uno de los caballos de batalla del juicio ha estado centrado en el ADN del acusado encontrado en tres toallas de dos cuartos de baño de la casa donde murieron asesinados Miguel Ángel y su hija María. La defensa de Medina ha creado la duda razonable en el jurado sobre cómo ese ADN llegó a las toallas en base a las declaraciones de dos expertos. Estos explicaron con detalle cómo el semen posee una carga genética muy fuerte y también qué es posible que al lavarse una prenda con restos de semen con otras en una lavadora pudiera producirse lo que han dado en llamar «transferencia secundaria».

La declaración de estos expertos ha pesado más en el jurado que la declaración de Marianela Olmedo, que dijo haber lavado las toallas aparte, con lejía y a 40 grados. La pregunta que se habrán hecho los miembros del jurado es si resulta o no lógico lavar solo tres toallas.

También ha sido clave la declaración de los expertos que veían bastante inverosímil que el acusado se hubiera secado en tres toallas de dos cuartos de baño distintos, sin que se encontrara en dichas toallas ningún resto de pelo del acusado.

LA DECLARACIÓN DE LA EX NOVIA

La investigación ha dejado claro durante el juicio que el doble crimen se cometió entre las 21.52 horas y las 22.02 horas, en base a las llamadas que estaban realizando en ese momento unos vecinos que escucharon lo que entendieron como una pelea familiar.

En este punto resulta relevante la declaración efectuada por la exnovia de Medina, también trabajadora del mismo supermercado donde trabajaban el acusado, Marianela y Miguel Ángel. La exnovia declaró sin dejar lugar a ninguna duda que vio salir a las 22.00 horas a Medina con Marianela del supermercado, y que lo recordaba por razones obvias, porque le molestaba la relación. Si Medina estaba a esa hora saliendo del supermercado era imposible que hubiera estado en la casa donde ocurrió el doble crimen.

El punto más débil del relato de Francisco Javier Medina es su afirmación de que estuvo trabajando en el turno de tarde y no recordaba haber salido a la calle, cuando dos testigos han asegurado que lo vieron cuando aún había luz solar. Los testigos calculaban que lo encontraron entre las 20.00 y las 20.25 horas, en su coche particular.

Otro asunto caballo de batalla entre las partes del juicio ha estado centrado en la personalidad de Medina, en si era o no una persona controladora y fría. Las declaraciones se han dividido, pero las dos comparecencias en el estrado realizadas por el acusado han sido otra de las claves para convencer al jurado de que él no había sido el autor del doble crimen.

Las dudas generadas en algunas de las pruebas consideradas claves por la Fiscalía y las acusaciones particulares y la falta de elementos contundentes que delimitaran con claridad la culpabilidad han sido suficientes para un veredicto de no culpabilidad, a la espera de si prospera o no alguno de los recursos que se van a interponer.