La familia de Miguel Ángel Domínguez, asesinado junto a su hija de 8 años en Almonte en abril de 2013, está sopesando la posibilidad de dejar la localidad almonteña después del veredicto emitido el pasado viernes por el jurado popular, que declaraba no culpable del doble asesinato a Francisco Javier Medina, el único acusado de este caso.
Mientras tanto, Marianela Olmedo, la mujer y madre de los asesinados, permanece todavía en Almonte, en la casa de sus padres, donde se encontraba desde unos días antes de que el juicio diera comienzo. Según ha explicado su abogada, Inmaculada Torres, Marianela ha sufrido un tremendo impacto con la sentencia y «aún no ha reaccionado», por lo que la familia ha considerado que lo mejor es que permanezca junto a sus padres y no se traslade aún a Sevilla, donde tenía establecida su residencia.
La situación emocional de Marianela Olmedo es tremendamente delicada: primero fue el doble asesinato, del que era entonces su marido y su hija; un año después la detención del que por entonces era su pareja, acusado del doble crimen; y ahora una sentencia que no esperaba.
La abogada de Marianela Olmedo ha confirmado que presentará apelación del veredicto ante el TSJA, aunque está a la espera de recibir el contenido completo del veredicto dado por el jurado popular.
También es seguro que recurrirá la sentencia la familia de Miguel Ángel. Así lo ha manifestado Aníbal Domínguez, hermano de Miguel Ángel y tío de la pequeña, que ha sido la voz de la familia para expresar el tremendo dolor y la desolación que les ha causado una sentencia exculpatoria, cuando a su juicio todas las pruebas e indicios apuntaban al acusado.
El hermano de Miguel Ángel, al igual que el resto de la familia, confía en que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que aún no ha hecho público el detalle del veredicto del jurado en las respuestas que dio a los diez puntos que debía responder, modifique el veredicto.
Para la familia de Miguel Ángel y la niña, durante el juicio ha quedado claro que el ADN llegó a las tres toallas de forma directa y que el asesino conocía tanto la casa como a los dos asesinados, lo que sería suficiente para una sentencia en otro sentido.