(Texto: Paco Velasco) Doña Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos en Andalucía, profesora de lengua española, me acaba de dar un disgusto tremendo. La insigne docente me ha puesto contra las cuerdas didácticas. Servidor, siempre ocupado en cuidar la forma y el fondo en mis escritos, ha cometido un sonado error ortográfico durante años. He creído, de buena fe, oigan, que el echar un líquido en una vasija o depositar el trigo en los costales se definía como envasar.
Pero claro si la culta dama de Podemos, anticapitalista ella, refuta mi creencia, pues qué voy a hacer yo sino rendirme ante la sabiduría de la egregia parlamentaria y solicitar su prédica en estos asuntos de brillo y esplendor de la lengua de Cervantes. Faltara más.
Lo mismo, me digo conmiserándome de mi atontamiento de años, que acaso la admirada compañera del enorme ideólogo de su partido, el inefable Iglesias, ha querido referirse con la escritura del verbo embasar a la acción por la que un jugador de beisbol alcanza la base.
No obstante, si seguimos el contexto de su mensaje, me parece que no, que ha escrito embasar porque la pobre mujer bien se ha equivocado, bien ha perdido momentáneamente el oremus, bien no tiene idea, bien se ha encontrado ligeramente trastornada por su actividad política de defensa de los valores de no sé quiénes, bien porque le importa un rábano cómo se escriban las palabras pues lo verdaderamente importante para ella es la pasta. Que no la del dinero, por dios, la del libro que debió leer y no lo hizo.
Señora Rodríguez, fuera de coña, que se escribe envasar y no embasar. Piense en sus alumnos antes de escribir y en su electorado antes de soltar sandeces.