La acusación particular en el doble crimen de Almonte, en el que fueron brutalmente asesinados Miguel Ángel Domínguez y su hija de ocho años, ha dado a conocer este lunes en rueda de prensa el recurso de apelación presentado contra la sentencia absolutoria de Francisco Javier Medina.
La apelación solicita la repetición del juicio con un nuevo jurado popular o la revocación de la sentencia absolutoria, en base a lo que se han calificado como arbitrariedades y falta de motivación en el veredicto del jurado y la sentencia.
Las dos familias que habían ejercido la acusación particular por separado durante el juicio se han unido a la hora de apelar. Ambas serán representadas por el bufete de Luis Romero, que ha comparecido este lunes en Huelva junto al hermano y tío de los asesinados, Aníbal Domínguez, que ha insistido en la falta de criterio objetivo en el jurado a la hora de evaluar las pruebas presentadas durante la vista.
Domínguez ha sido especialmente duro con el jurado cuando ha dicho literalmente que «el jurado tuvo mucha prisa por quitarse los dos muertos de encima».
Ha insistido el hermano de Miguel Ángel en que las familias quieren y necesitan «creer en la justicia», al tiempo que ha explicado algunas de las contradicciones que a su juicio ha cometido el jurado, como el valorar en algún momento la declaración de Marianela Olmedo –entonces mujer de Miguel Ángel– y en descalificar dicha declaración en base a que «mi cuñada está loca para lo que les conviene (en referencia a los miembros del jurado) y no lo está para lo que no».
La batalla judicial por el llamado doble crimen de Almonte continúa y estamos en un nuevo episodio, la de la apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ante el que también ha recurrido la Fiscalía, lo que ha sido motivo de satisfacción para las familias, según han explicado Aníbal Domínguez en la comparecencia de prensa.
El caso tendrá mayor recorrido aún si la resolución del TSJA, sea cual sea, se recurre ante el Supremo, lo que significa que aún quedan algunos años para que el caso se cierre de manera definitiva o se vuelva a reabrir con nuevo juicio. Sea como fuere, lo ocurrido en abril de 2013 en Almonte seguirá en la memoria colectiva de los almonteños muchos años más.