Vamos, pegando leches, al inevitable choque. El tal Cristian Fernández, dirigente de Podemos, ha brindado por la muerte del Fiscal General del Estado. No estamos ante un caso aislado. El odio se está apoderando de nuestra sociedad. Me repugna la situación de preguerra civilista que estamos gestando entre todos.
Parecemos pedruscos que no paramos de rodar hacia el abismo. Con prisa y sin pausa. Algunos políticos convierten su soledad intelectual y su desierto ético en martillo pilón de los principios más elementales. De qué van estas personas. Hasta dónde vamos a soportar el miedo que constituye la coartada del lobo.
Cuidado. O cambiamos la expresión o nos cambian nuestra libertad. Hay desalmados que agreden físicamente y malhechores que matan cañoneándonos con ofensas, insultos y calumnias. Esto hay que detenerlo. Ya. No sea que perdamos el pre y nos comamos el post.