Unas pequeñas columnas de humo que salen de la superficie quemada en el incendio del pasado verano en el paraje de Las Peñuelas, en Moguer, han alarmado a algunos vecinos de la zona.
Según ha informado Canal Sur, en realidad el humo procede de la turba, la capa vegetal que hay entre la superficie y las calizas. Es un fenómeno que está afectando aproximadamente a una hectárea mientras la zona quemada va recuperándose poco a poco. La Consejería de Medio Ambiente actua para controlar este fenómeno que también tiene que ver con la sequía.
El fenómeno se produce cuando el suelo se seca y el aire circula por los huecos, debido a la ausencia oxígeno al no haber agua, dada la sequía que padecemos. El terreno se agrieta y se encoge.
Los expertos aseguran que no es perjudicial ni para el medio ambiente ni para el ser humano, más allá del cuidado con el que debe andar por esta zona puesto que el suelo está debilitado como consecuencia del fuego que existe en el interior. Tampoco hay peligro de propagación. Si las lluvias llegan pronto, se puede acabar con este fenómeno de modo natural.