La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio formalizará la próxima semana en Sevilla un grupo de trabajo para dirigir los trabajos de recuperación sobre el perímetro de 4.167,94 hectáreas afectado por el incendio originado el pasado 8 de septiembre en La Granada de Riotinto.
Una amplia representación de las administraciones y entidades que formará parte del grupo, encabezada por el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Antonio Cortés, ha visitado este viernes algunas de las zonas más afectadas para conocer sobre el terreno las principales preocupaciones de los propietarios y supervisar los trabajos de urgencia iniciados el pasado lunes.
Del grupo formarán parte el propio José Antonio Cortés, los alcaldes de los municipios perjudicados por el incendio, La Granada de Riotinto (José Justo Martín), Zufre (Félix Rodríguez) y El Castillo de las Guardas (Gonzalo Domínguez), expertos de la Universidad de Huelva y técnicos de las delegaciones territoriales de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, de Huelva y Sevilla. A la visita de hoy se han sumado también técnicos de la Diputación Provincial.
Las primeras labores se ejecutan en el monte público propiedad de la Junta de Andalucía ‘Dehesa de Jarrama’, en el término municipal de Zufre, hasta donde se extendió el fuego originado en La Granada de Riotinto. El fuego alcanzó, además, la localidad sevillana de El Castillo de las Guardas.
La intervención previa a los trabajos de reforestación propiamente dicha tiene un presupuesto de 199.490 euros. Está basada en la corta de arbolado en los accesos para garantizar la seguridad de las personas. Los operarios, por otro lado, tratan de controlar la erosión en zonas de encinar mediante la corta, descopado y tronzado de los pies quemados. Otras actuaciones son la construcción de albarradas y fajinas, la recogida y eliminación de residuos y la construcción de entramados para refugio de la fauna. También se realizarán trabajos de mejora del encinar y el acondicionamiento del arroyo Jarrama mediante el tratamiento de la vegetación arbustiva quemada.
“Son obras de urgencia porque en estos casos hay que evitar principalmente la erosión para en una etapa posterior llevar a cabo la reforestación con garantías”, ha declarado el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. “El grupo de trabajo -ha agregado- diseñará un plan de actuación a medio y largo plazo, según la ley, porque estamos dispuestos a recuperar todas las propiedades de la comarca con graves pérdidas, no solo medioambientales, sino también económicas”.
El siniestro arrasó 2.956 hectáreas de arbolado y matorral y afectó a extensiones con presencia de ganado. La orografía y las propias vallas que delimitaban las zonas de pasto dificultaron los trabajos de extinción entre el 8 y el 13 de septiembre pasados.