La crisis económica global ha generado que millones de negocios diseñen nuevas estrategias para mantenerse a flote. Una de estas ha sido ofrecer servicios o productos de bajo coste que sean atractivos para el bolsillo de muchos consumidores.
Sectores como el de la moda, el turismo y hasta el de los restaurantes han tenido que redefinir sus propuestas para adaptarse a las nuevas realidades que exhibe el mercado.
El objetivo de los usuarios es tratar de ahorrar lo máximo posible para estirar los fondos y poder llegar a fin de mes. Es una tendencia que sigue captando más y más entusiastas que buscan una opción más económica, pero de calidad.
El término low cost se ha posicionado dentro de la sociedad y va mucho más allá de las tradicionales rebajas, ofertas o liquidaciones. El modelo de negocio se fundamenta en la reducción de los costes, lo que genera una disminución importante en el precio de venta.
Un producto low cost es básico, funcional y cuenta con la misma calidad del producto tradicional equivalente. Las compañías deben generar un modelo después de realizar estudios sobre los procesos productivos, componentes del producto, materiales y procedimientos de fabricación.
No se trata de una tarea fácil, ya que la finalidad es ofrecer un precio de venta por debajo del habitual. Respecto al consumidor, es importante que siga ciertas claves a la hora de adquirir prendas de vestir o calzado.
Entre las medidas que sugieren los especialistas se encuentran: elaborar listas y presupuestos, adquirir prendas de otras temporadas y optar por las opciones básicas o clásicas, que les permitirán ahorrar varios euros.
Dinamismo en el mercado
Los restaurantes también se han sumado al modelo low cost. Los expertos señalan que la estrategia ha sido exitosa por el dinamismo que se inyecta en el mercado a través del estímulo de la demanda.
En el caso del turismo, la dependencia que tiene España, así como la crisis que se ha presentado durante estos últimos años, han hecho que los españoles hayan adoptado el low cost como una táctica más económica y atractiva para captar más clientes.
Los cafés, restaurantes, hoteles y compañías dedicadas al mundo del entretenimiento han apostado por el modelo de guía low cost, como una opción que les ha funcionado para atrapar al público indeciso o con bajo presupuesto.
Los analistas y líderes de proyectos han afirmado que un servicio low cost no significa necesariamente mala calidad. La ejecución del modelo en España tiene implicaciones que van más allá de las fronteras.
En las próximas décadas, regiones como Latinoamérica, el Medio Oriente, Asia y las naciones que integran el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) serán los receptores más importantes del turismo a escala global.
La situación obliga a España a competir con nuevas formas de hacer turismo más económicas. Mientras esto ocurre, España se convirtió en el 2017 en el segundo país con mayor recepción de turistas internacionales, con la cifra de 82 millones de viajeros. El primer lugar fue ocupado por Francia y el tercero por Estados Unidos.
Nuevas formas de consumo
El consumidor español ha cambiado sus hábitos, y la tendencia es que siga evolucionando con el transcurso de los años. Ya sea que se trate de comprar ropa, viajar o disfrutar de una cena, el cliente siempre buscará la mejor alternativa para ahorrar dinero.
Otra tendencia que sigue en auge, con relación a este punto, es el de las solicitudes de los microcréditos o los llamados préstamos rápidos personales. Se trata de requerimientos que se efectúan de forma online para conseguir financiación sin caer en trámites engorrosos.
Así lo explican los especialistas de creditocajero.es, un portal que cuenta con toda la información sobre esta modalidad para obtener fondos. El personal añade que es posible pedir préstamos con asnef para emplearlos de la mejor forma que considere el cliente.
La asnef es la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros, que cuenta con un fichero privado en el que han incluido a las personas con deudas vigentes en bancos, empresas energéticas o de telefonía.
Las empresas que se dedican a las actividades relacionadas con el turismo conocen bien la situación desde hace años. Es por eso que las aerolíneas han alcanzado el éxito con la venta de los billetes de bajo coste.
Otros sectores que también han presentado buenos números son los de las empresas de cruceros, alquileres de vehículos, de alojamientos y los ya mencionados restaurantes.
La tendencia del low cost parece irreversible, pues se amolda a un gran porcentaje de los bolsillos de los españoles y europeos en general. El consumo de productos y servicios ahora es más inteligente, con nuevas fuentes de información. Esto se traduce en que el cliente conoce mejor la situación que antes.