(Texto: Federico Soubrier) No deja de sorprenderme que alguien se atreva a dar la noticia de que “España ha abandonado la crisis económica”, hay que tener poca vergüenza o no haberla conocido nunca.

Aquí el 1 % de los ricos son los que concentran el mayor porcentaje de capital. Según un informe de Oxfam Intermon medio millón de millonarios tienen tanto capital como 37,3 millones de personas digamos normales. Cuando el patrimonio de estos afortunados se ha incrementado un quince por ciento, exactamente eso es lo que ha caído el de los demás.

Todo esto es fácil de entender en un país en el que los pobres votan a los ricos y se quedan tan panchos. Las políticas intentan anular el Estado de Bienestar y lo están consiguiendo poco a poco.

Los bancos se benefician del miedo que se ha metido con el futuro de las pensiones contratando fondos a quienes andan tirando de mala manera.

Solo andamos detrás de Chipre en el aumento de desigualdad según datos de Eurostat y hay quien se atreve a reivindicar que nos va estupendamente.

¿A quién pretenden engañar? La España de quién va bien, la de los políticos, la de los ricos, la de algunos empresarios, la de la iglesia de “ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”, con sus exenciones fiscales, esas con las que no está de acuerdo la UE.

Por supuesto, cada uno es libre de pensar lo que le de la gana, yo lo que sí estoy seguro es de que en esta España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, con permiso de Machado, a unos les va de miedo y a otros da miedo cómo les va.