Antonio Molina ‘El Choro’ (Huelva 1985) da un nuevo paso adelante en su carrera. El bailaor onubense estrena ‘Gelem’, su segundo espectáculo en solitario, el 8 de marzo en el Festival de Jerez 2018. Pero antes de la premier jerezana, preestrenará la obra en el Gran Teatro de Huelva, su ciudad, el sábado 3 de marzo a las 21:00 horas. Las entradas están a la venta en HuelvaTickets.com.
El montaje, producido por la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco -en cuya escuela se formó desde los 14 años-, está dirigido por Manuel Liñán, bailaor y coreógrafo granadino galardonado con el Premio Nacional de Danza 2017.
Tras dos años de gira internacional con ‘Aviso: Bayles de Jitanos’, montaje dirigido por el onubense Rafael Estévez que le valió el Premio Revelación del Festival de Jerez 2016, el joven artista busca una “autoliberación personal”.
En ‘Gelem’, que toma como inspiración el himno del pueblo gitano, se reta a interpretar en solitario estilos hasta ahora excluidos del repertorio gitano como petenera, guajira o fandangos. En el elenco musical, cuenta con artistas de Huelva como el guitarrista Manuel de la Luz y el cantaor Jesús Corbacho, que se unen al tocaor Juan Campallo, los cantaores Pepe de Pura y Jonathan Reyes, el percusionista Paco Vega y la colaboración de Pedro el Granaíno como invitado especial.
En paralelo, continúa en gira con Vicente Amigo y presentará en abril el recopilatorio ‘Mi baile’ en los Jueves Flamencos de Sevilla de Fundación Cajasol.
‘Gelem, gelem’, himno del pueblo gitano, canta una historia colectiva. Pero Antonio Molina ‘El Choro’ (Huelva 1985) hace una lectura personal: “El pueblo gitano siempre ha estado atrapado, el himno habla de lo que hemos sufrido. En el baile flamenco, los gitanos también hemos estado atrapados, limitados”. Y como en ese hermoso canto, su ‘Gelem’ acaba rompiendo ataduras. “Es algo que se muestra en escena, pero también me lo demuestro a mí mismo”, explica el artista.
Manuel Liñán (Granada 1980), director artístico de ‘Gelem’, entiende que El Choro se ha planteado un reto: autoliberarse. El segundo espectáculo en solitario del artista onubense es, a su juicio, la apertura de un “camino personal”. El bailaor y coreógrafo granadino, Premio Nacional de Danza 2017, define la obra como un recital sin argumento en el que, “por primera vez, se expone totalmente en solitario”. El bailaor, que logró el Premio Revelación del Festival de Jerez 2016 con su debut ‘Aviso: bayles de jitanos’, se desafía a bailar petenera, guajira y farruca, estilos descartados del repertorio tradicional del bailaor gitano. Y, para eso, se ha dejado mirar desde fuera tanto por Liñán, que también comparte con él la creación coreográfica, como por Valeriano Paños, que se une como coreógrafo invitado para la farruca.
El elenco musical tiene un marcado acento onubense. Manuel de la Luz participa como compositor de la música original y guitarrista en escena, mano a mano con Juan Campallo. Los dos figuran como directores musicales, junto a Jesús Corbacho, que forma parte del elenco de cantaores con Pepe de Pura, Jonathan Reyes y, como invitado especial, Pedro el Granaíno. Además, tiene en el equipo al percusionista Paco Vega, a Olga García en el diseño de iluminación y a Félix Vázquez en sonido. Al igual que su primer trabajo, la producción y la distribución también la asume la Fundación Cristina Heeren, la escuela de flamenco de Sevilla donde estudió, como becado, desde los 14 años. Precisamente, de sus aulas han salido otros jóvenes artistas onubenses como Rocío Márquez, Jeromo Segura y Argentina, entre otros.