(Texto y foto: Paco López Cruz) El pasado viernes estuvieron en el Ciclo Flamenco que organiza la Fundación Cajasol, el cantaor Joaquín de Sola (Cádiz 1987) con el toque de Víctor Rosa (San Fernando 1969).
Ayer hizo un año que dieron un recital en la Tertulia Flamenca de Las Colonias. Me tengo escuchado éste recital varias veces y al escuchar el del viernes, he comprobado que Joaquín de Sola ha dado un salto cualitativo. Pienso que ‘ahí hay un hombre que dice ay’.
Recuerdo que después de cantar en la Tertulia Las Colonias alguien me dijo: «Es que solo canta por Cádiz». Le contesté que si le parecía poco. En aquel entonces le comenté al cantaor: «Qué había de las seguiriyas». Lo mismo le digo hoy: nacido en Cádiz y quince años en La Isla, lo tiene fácil. De la Isla uno de los que dicen fue el ‘culpable’ de la creación de muchas seguiriyas, ‘El viejo de la Isla’, y de Cádiz, pues lo tiene a mano, Enrique ‘El Mellizo’..
Desde el principio nos deleitó recordando a los cantaores/as de Cádiz: Alegrías (Aurelio Selles, Manolo Vargas, Pericón): Soleá (El Mellizo y Paquirri el Guanté); Malagueña-granaína y del Mellizo (Aurelio Sellés); Chuflillas (Mariana Cornejo, Chano Lobato, Pericón); Tientos-tangos (Manolo Vargas); Tanguillos (Chano Lobato, Pericón, David Palomar…..) Bulerías (Cai en toda su extensión: La Perla, Juan Villar, Pericón, metiendo letras viejas en bulerías nuevas). Una hora y veinte minutos.
En cuanto a la gracia de Cai, ahí tienen a un digno hijo. Que bien contó las anécdotas (que como siempre hay mentirijillas), pero qué buenas.
El toque de Víctor Rosa muy trabajado. Con una gran experiencia en acompañar, recitales, concurso y festivales. Me comentaba que le había sorprendido en las bulerías con cositas nuevas que no las habían hecho antes.
Como no le hago la pelota a nadie, he de decirle que se escuche. Hay alguna que otra cosa que tiene que acortar (saldría más flamenco). En cuanto a su eco de voz, no encuentro otro parecido. Creo que ahí tiene diamante para pulir. Es muy joven aún (31 años) y si cayera en buenas manos no tardaría ni un par de años en estar en la cresta de la ola. Mientras disfrutaremos su cante. ¡Ah, y a Cai si le llaman Cai!