(Texto y foto: Jose Antonio Mayo Abargues) Las peligrosas “carabelas portuguesas” han vuelto a Mazagón, esta vez a la playa de Rompeculos. El día 11 del pasado mes de marzo aparecieron entre las playas de El Remo y El picacho, desapareciendo a los pocos días. En la mañana de ayer sábado se detectaron varios ejemplares en la orilla de la playa de Rompeculos. Es una medusa muy atractiva pero muy peligrosa, que puede llamar la atención de niños y curiosos.
Conviene recordar que el contacto con ellas puede producir inflamación, quemazón, vómitos, mareos, dificultad respiratoria e incluso paro cardíaco, y que sus toxinas siguen activas varios días después de su muerte. Las recomendaciones son no frotarse la herida y lavarla con agua del mar o con vinagre.
El nombre de esta medusa viene dado por su semejanza a un buque de guerra portugués del siglo XVI. Como podéis comprobar, sus tentáculos son largos, pudiendo alcanzar los 50 metros de longitud; son venenosos y los utilizan para capturar a los peces de los que se alimentan.