Llega el verano, todos queremos tener una bonita figura y un lindo broceado y nos preparamos para ello, con muchas horas de gimnasio, rayos uvas, comida sana, pero pocas son las personas que no atienden a lo primero en que nos fijamos los seres humanos: “los ojos”.
El tener unos bonitos ojos, incluso con gafas, hace más atrayentes a las personas. Da igual el color de los ojos, ya sean negros, azules, verdes, grises, el iris no importa, todos son bonitos y atractivos, y en todos hay algo en común, el blanco de los ojos. Unos ojos amarillentos hacen que todo quede desvirtuado y no realzan la belleza de nuestra mirada, sino todo lo contrario.
Lo primero que podemos o solemos pensar es que nuestros ojos están amarillentos por una infección, pero no suele ser lo habitual, muy al contrario, el principal motivo de ese mal color del blanco de nuestros ojos es un mal endémico de la sociedad de hoy día: el estrés.
Nuestra sociedad occidental, basada en el sedentarismo, hace que nuestros ojos sufran por un estrés alto por las muchas horas que pasamos ante pantallas de todo tipo, ya sea un ordenador, un televisor o un teléfono. En primer consejo que te damos ante una situación de la que es prácticamente imposible salir es bajar tu ansiedad practicando deporte. No hace falta que sea un deporte de alta competición, andar una media de una hora al día en un momento del día en el que no tengamos excesivo calor hace que nuestro cuerpo lo agradezca. Con esta sencilla técnica, liberarás endorfinas, la llamada “hormona de la felicidad”, bajará nuestro estrés y seremos más felicites.
¿Y de qué otra forma podremos eliminar endorfinas? Algo muy fácil es reír y cuanto más fuerte mejor, pero reírnos de verdad, a carcajadas, veras como se estimula tu ritmo cardíaco y tu piel mejora, lucirá más suave, mas elegante. Notarás con ello como el estrés disminuye a pasos agigantados.
Tercer punto a mejorar para bajar tu estrés: la alimentación. Sobre todo en verano, aumentamos las comidas copiosas, alcohol en las bebidas o excesivos azúcares en las colas y refrescos. Ojo con los fritos. Frutas en lugar de los postres muy azucarados y los vegetales antes que las hamburguesas o las pizzas. No comas todos los días helados, o refrescos azucarados y, por supuesto, modera tu consumo de cerveza o alcohol.
La bilirrubina sale como algo natural y es el resultado de la necesaria descomposición de los glóbulos rojos. Estos glóbulos, inútiles, se filtran por el hígado y luego se excretan por el tracto digestivo en forma de bilis, dando la sensación de unos ojos amarillos, que tratamos de evitar. Evidentemente visita a tu médico de cabecera que te ayudará mediante análisis clínicos si tienes algún problema de hígado.
Es fundamental que el especialista médico realice un diagnóstico certero. Para ello deberá efectuar pruebas con el fin de determinar la patología que está provocando una subida de los índices de bilirrubina en sangre y, en consecuencia, la pérdida del blanco de los ojos y su sustitución por una tonalidad amarillenta.
En resumen, lleva una vida sana, come fruta y verduras, haz ejercicio a diario y no fumes, verás como llevando una vida saludable y sin la necesidad de excesivos fármacos ni tratamientos caros, el blanco de tus ojos mejorará rápidamente, sólo es cuestión de proponertelo, recuerda que una vida sana, es la mejor forma de evitar males futuros y una mejor salud, tanto tuya como la de tu entorno.