(Texto: Paco Morán) Poco a poco el Recre, mejor dicho Óscar Carazo, está confeccionado una plantilla para competir. Valorar si es buena o mala, prefiero que sea la competición la que diga el nivel de la misma.
Óscar Carazo y Salmerón son las dos personas en el entorno interno de la entidad en las que más confío para mejorar los números de antaño. Y si me apuran, en las únicas en las que confío para hacer un plantel digno con las reservas económicas que habrá esta temporada.
Porque no puedo confiar en nadie que durante los dos últimos años han hecho que la deuda del club haya aumentado en dos millones, dos años pidiendo la hora para no descender y la cantera destrozada.
Desde la entrada de gestión municipal los datos objetivos que doy hacen que a más de uno habría que correrlos a gorrazos por el desastre que han formado en la entidad. Insisto que he dado datos objetivos.
Ya dudo en darle el título a la ineficacia a Comas o a los políticos y emisarios que han gobernado el Recre en estos dos años.
Este Recre de hoy camina por dos vertientes: la deportiva y la burocrática.
En la deportiva, estoy contento con lo que veo hasta ahora; en la burocrática, habrá que esperar a ver si finalmente el Recre tiene un nuevo dueño que haga la necesaria limpia con la famosa excavadora.
No sé si al final los dueños del Recre serán los prestamistas, el grupo de Paco Mendoza u otro que pudiera aparecer en busca de cumplir el pliego de venta.
En todos los casos, lo que yo no modificaría, sea el dueño que sea, sería el banquillo con Salmerón y la dirección deportiva con Óscar Carazo.
Considero que a día de hoy son dos personas muy válidas para encabezar cualquier proyecto deportivo. Eso sí, siempre que lo dirigentes cumplan con la labor de pagarle a la gente.
Esa es una labor del consejo, los prestamistas, la subcontrata o el Ayuntamiento. Vamos, un laberinto.
Sería un tremendo error que en una semana, si el Recre tuviese un nuevo dueño, se cargase a Salmerón u a Óscar Carazo para traer a su equipo técnico.
Queda mucho partido burocrático por jugarse. Mientras tanto, Salmerón y Carazo trabajan a destajo buscando lo mejor del mercado para ponerlo al servicio del Decano. Están teniendo muchas dificultades, dado que el Recre, por la gestión de Comas y los actuales dirigentes, ha perdido mucha credibilidad entre los profesionales del fútbol.
Son más de cinco años de impagos a jugadores y empleados. Eso a la hora de convencer a un jugador cuenta mucho.
Nos duela o no, hoy el Recre en el panorama nacional no es un club serio.
Nos duele decir esto, pero han sido sus dirigentes los que han hecho que ese cartel lo tenga a día de hoy el Decano.