La labor de la Asociación Paz y Bien es amplia y diversa a lo largo de toda la provincia de Huelva. Su esfuerzo para la integración y el desarrollo de proyectos de vida de personas con discapacidad o menores es reconocido por vecinos e instituciones. Su compromiso está traspasando fronteras, ya que Paz y Bien está constituida también como Organización No Gubernamental para el Desarrollo, actuando en países como Guatemala.

Esta incesante labor ha sido impulsada por el fundador de Paz y Bien, Rafael Pozo, quien, tras su última estancia en el país centroamericano, ha podido comprobar el buen funcionamiento de los proyectos que esta ONGD tiene allí en el área de Quezaltepeque, en el Departamento de Chiquimula, una de las zonas más necesitadas del país.

Para el adecuado cumplimiento de sus objetivos en Guatemala, Pozo resalta que “es fundamental el apoyo de los patrocinadores y de las instituciones, y una de las que más colabora con la asociación es la Diputación de Huelva, cuyo apoyo está permitiendo la ejecución de iniciativas humanitarias en múltiples campos”.

Entre los proyectos que continúan desarrollándose gracias a la institución pública onubense, destacan un centro de recuperación para madres y menores con desnutrición, transporte para las mujeres del área rural, educación para la salud, promoción agrícola para mujeres y programas de becas para escolares pobres. Servicios que junto a las consultas de ginecología, la farmacia, el comedor social o el bazar Paz y Bien, consiguen mejorar la vida de más de 150.000 familias guatemaltecas. Sumándole, ya en la provincia, la dinamización para la educación para el desarrollo dirigida a menores de la provincia de Huelva y talleres de sensibilización para personas mayores de nuestros municipios, con el objetivo de mostrar a la población del Norte, con transparencia y verdad, todo lo que se hace por el Sur.

La vinculación entre la Diputación y Paz y Bien ha sido constante, como demuestra que en 2012 se le otorgase a la asociación la Medalla de Oro de la provincia. “El premio se convirtió para nosotros en un nuevo estímulo, indica el también vicepresidente de Paz y Bien, pero no nos paramos a pensar en lo que habíamos hecho sino que quisimos mirar al futuro y ver qué nos faltaba por hacer, por lo que desde entonces nuestra actividad no ha dejado de crecer abriendo nuevos centros, firmando nuevos convenios y poniendo en pie nuevos proyectos en Guatemala”, según el vicepresidente de la asociación.

Los trabajos de la entidad en Guatemala apoyados por la Diputación de Huelva se inician en 2008, y hasta la fecha han incluido iniciativas concretas como líneas de transporte para apoyo al nuevo consultorio médico, la construcción y puesta en marcha del área sociosanitaria del Centro de Promoción Social Tuncushá, la lucha contra la desnutrición infantil en áreas priorizadas del Nororiente de Guatemala, el centro de recuperación inmediata para la población materno-infantil e infecciosos, el transporte para el programa de promoción de la higiene y la salud para la mujer rural en el Corredor Seco del país, el empoderamiento en salud para las mujeres rurales del departamento y su capacitación en áreas como agricultura y ganadería, o el programa de becas para escolares pobres y la escolarización de niñas y niños en situación de extrema pobreza y deficiente situación sanitaria y discapacidad.

Todo ello se ha visualizado en la provincia de Huelva con programas de dinamización de la educación para el desarrollo sobre la Cooperación Internacional, con talleres desarrollados en el Andévalo y la Sierra para estudiantes, y con un aula solidaria para personas mayores que ha incluido sensibilización sobre el desarrollo sostenible y la labor de las ONGs.

Proyectos de voluntariado internacional y propuestas para que la Diputación consiga el premio de la Agencia del Voluntariado de la Junta de Andalucía han sido otras iniciativas conjuntas.

A la luz de esta colaboración, Rafael Pozo agradece “a todo el equipo humano que forma el Área Bienestar Social y de Cooperación de la Diputación de Huelva y a todas las personas que hemos conocido en nuestro camino y que han confiado en nuestro proyecto, con las que nos une la vocación común de trabajar para las personas, con entusiasmo, para conseguir un mundo más justo, equilibrado y habitable”.