Manuel Ramírez, un vecino de Huelva en paro, ha decidido crucificarse de manera simbólica ante una oficina de Caixabank, ubicada en la calle Lima del barrio de La Orden, a la que reclama unos 3.000 euros de gastos hipotecarios.
No es la primera ocasión en la que ‘se crucifica’, ya que realizó ante la misma sucursal una protesta idéntica hace un tiempo para reclamar que la entidad bancaria le abonara unos 15.000 euros, a raíz de la sentencia europea que obligaba a abonar a los bancos por las cláusulas suelo.
Manuel consideró entonces que la ley del gobierno que obligaba a los bancos a abonar soló desde mayo de 2013 era injusta, porque él había abonado con cláusula suelo desde 2006, año en el que comenzó su hipoteca. Reclamó ante el banco y consiguió su objetivo.
Manuel está en paro desde hace ya más de seis años, y a su edad, 54 años, asegura que no tiene prácticamente opciones de encontrar trabajo, con lo que ha iniciado este viernes una nueva cruzada en busca de lo que considera suyo: los gastos hipotecarios.
El protagonista de esta historia no tiene nada en contra de los empleados y director de la sucursal ante la que se ha crucificado, y donde piensa seguir hasta que obtenga una respuesta favorable. Al contrario, Manuel solo tiene palabras de agradecimiento para el director y los empleados, aunque sí que se muestra muy crítico con un sistema legal que permite lo que considera abusos por parte de las entidades bancarias, amparados en la ley, de la que dice está profundamente desencantado.