La Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva ha acogido el Seminario Internacional ‘Teorías de la conspiración, Fake News y desinformación en las redes sociales’ cuyo objetivo ha sido propiciar la reflexión inter y transdisciplinar en torno a una de las problemáticas internacionales que suscitan un mayor debate académico y preocupación social: el auge de las llamadas Fake News y la desinformación.
Estos fenómenos, según los expertos, se han visto impulsados con la llegada de la web 2.0 (la llamada web colaborativa), a partir del desarrollo tecnológico que propicia la multiplicación de plataformas de redes sociales y la participación de millones de personas en ellas.
En este contexto emergen diferentes tipos de situaciones y problemas sociales que merecen una reflexión detenida como, por ejemplo, la creación y difusión de teorías de la conspiración en el contexto de las redes sociales, la emergencia de fenómenos que han sido influenciados por bots, o la profusión de bulos o noticias falsas que ya se consideran una de las mayores amenazas actuales a la democracia.
Según Nuria Arenas, directora del Centro de Investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (COIDESO), “hemos invitado a expertos de diversas temáticas para que nos ofrecieran una visión multidisciplinar. No podemos dejar únicamente a estas plataformas (redes sociales) la provisión de una respuesta rápida a una información falsa. Hacen falta mecanismos complementarios”.
DEBATE
Numerosos profesionales han debatido, a través de mesas de trabajo, sobre la situación actual y sus posibles soluciones. El seminario dividió en mesas temáticas que sirvieron para desarrollar la problemática con expertos/as relacionados/as con las líneas de investigación de COIDESO, que patrocina el evento, junto con los Grupos de Investigación de la Universidad de Huelva: DERGO (Derecho Público para la Gobernanza) y ESEIS (Estudios Sociales e Intervención Social).
Primero se presentó el panorama contemporáneo en torno a los fenómenos relacionados con las teorías de la conspiración, Fake News y desinformación. Para el periodista José Manuel Abad Liñán, del equipo de datos del El País, “la proliferación digital de bulos, a menudo desde medios de comunicación, supone un reto para el periodismo y, más específicamente, para los medios rigurosos, que añaden a su tarea de ofrecer información contrastada una obligación con sus lectores para desmentir las ‘Fake News’ difundidas por otros”. Según Abad Liñán, “los grandes medios afrontan este problema con estrategias diversas: desmontando puntualmente los mayores bulos conforme se extienden, abriendo nuevos soportes y canales específicos para, de manera sistemática, analizar y desarticular publicaciones maliciosas, o denunciando públicamente medios digitales dedicados exclusivamente a la difusión de ese tipo de contenidos”.
Mª Luz Congosto, doctora en Telemática por la Universidad Carlos III y licenciada en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, está especializada en el análisis de datos sociales, preferentemente en Twitter. Utiliza análisis de redes y visualización para descubrir patrones de comportamiento, propagación de mensajes y caracterización de usuarios.
Para sus experimentos ha creado la plataforma “t-hoarder” que permite monitorizar a largo plazo la evolución de eventos en Twitter. Con esta herramienta ha construido un barómetro social con las reacciones de los ciudadanos ante escándalos políticos y Metroaverías que analiza la percepción de la calidad del metro de Madrid a través los mensajes de los usuarios este servicio. En su presentación, sobre el ruido en Twitter, se hizo un análisis sobre las características de los usuarios suspendidos por este medio que presenta nuevas perspectivas en la detección de bots.
Ángel Gómez de Agreda, otro de los ponentes, Coronel del Ejército del Aire, Jefe del Área de Análisis Geopolítico en la Secretaría General de Política de Defensa, subrayó que en el nuevo modelo de “guerra híbrida” las grandes dificultades de atribución de la autoría de las agresiones cibernéticas, así como la multiplicidad de posibilidades que ofrecen convierten a estos en una de las formas favoritas de acción.
El trabajo de José Rúas, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de Vigo, destacó los aspectos emocionales de la comunicación en el contexto de la posverdad, conectándolo con los estudios clásicos de la propaganda.
En la segunda mesa temática se abordaron varios estudios de caso donde se analizaron los sectores, ámbitos y colectivos en situación de riesgo.
Turkay Salim Nefes, investigador de Sociología de la Universidad de Oxford, conectó las teorías de la conspiración con la propaganda a través de las protestas en Turquía del parque Gezi, analizando la importancia de la retórica conspirativa a través de este estudio de caso.
En la presentación de Lorenzo Cotino, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, se resaltaron las dificultades de la determinación de la veracidad o la complejidad que comporta conjugar aspectos como libertad de información y libertad de expresión en un escenario donde la desinformación se une a la proliferación de bots o de perfiles anónimos.
Alejandro Romero Reche, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Granada, destacó en su presentación que el humor es especialmente práctico para la llevar a cabo la difusión de contenidos desinformativos o conspirativos en internet y redes sociales, lo que argumentó visualmente a través del caso de las teorías de la conspiración antisemitas y su recurso a prejuicios del antijudaísmo tradicional.
Para Margarita Robles Carrillo, de la Universidad de Granada, el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, en junio de 2016, el plebiscito sobre los Acuerdos de Paz en Colombia, en octubre, y las elecciones presidenciales en EEUU, en noviembre, convirtieron ese mismo año en el punto de inflexión del problema de las Fake News. “Es cierto que no se trata de un fenómeno nuevo pero es, a partir de entonces, cuando se comienza a asumir el alcance y el impacto real de esta amenaza en términos cuantitativos y cualitativos, porque está capacitada para atentar contra el modelo de organización político, económico y social en sus diferentes dimensiones y porque se carece de los medios y los recursos necesarios para actuar frente a la misma. La reacción de la Unión Europea frente al fenómeno de las Fake News no responde, por el momento, a la entidad del problema”
Este seminario se encuadra también en el contexto de la investigación que se está llevando a cabo por parte de un equipo de investigadores de las Universidades de Huelva, Granada y Vigo sobre “Teorías de la conspiración y desinformación en Andalucía”, dirigido por Estrella Gualda, a partir de la 5ª Ola del Panel Ciudadano para la Investigación Social en Andalucía (EP-1707, PIE 201710E018) en coordinación con el IESA/CSIC.