(Texto: Paco Morán) Cundió el pesimismo entre los aficionados del Recre tras acabar el partido ante el Jumilla. Soy dado a oír a la gente cuando acaba un partido mediante vía comunicación con la radio. Y salvo dos, el resto marcharon decepcionados del Colombino tras el empate.
El Recre no acaba de pillarle la onda al juego ofensivo. Tiene el equipo muchos problemas a la hora de generar ocasiones de gol, tanto a balón corrido como a balón parado.
Llevar la pelota hacia el área rival está suponiendo para Salmerón un enorme problema en el que seguirá trabajando para sacar mayor rendimiento y productividad a los hombres que se mueven por esa zona.
Encontrar a un Viqueira en esta categoría no lo logras ni con un talonario en la mano.
La Segunda B es una categoría en la que las ocasiones de gol brillan por su ausencia y nos vamos a costumbrando a ello.
Y entiendo que en esa demarcación puede estar una de las asignaturas pendientes esta temporada, como en las anteriores.
Tal vez el hombre con mayor calidad que veo en el plantel para poder hacer esa función sea Alberto Quiles, que más que un delantero parece un centrocampista ofensivo con mucha calidad.
La plantilla del Recre es la que es y el director deportivo ha hecho lo que ha podido en las negativas circunstancias en las que ha tenido que trabajar.
De ahí en que nadie desde la entidad haya vendido ni ascenso, ni liguilla. Porque todo el mundo sabe cómo está el club y los problemas que se han de resolver antes de prometer un ascenso.
De ahí en que cuando se puede analizar a la plantilla y valorarla con la de la pasada temporada es muy difícil calibrar si es mejor o peor.
Mentalicémonos en que Recre deberá pasar una larga travesía por esta categoría. Y ojalá me equivoque, pero hasta que el club no este organizado y salga de la crisis institucional, no veo posibilidad alguna de ascenso.
Creo que antes de subir al fútbol profesional habría que preocuparse más de buscar una salida viable y definitiva a la entidad que no sea la de la patada hacia delante para ver si se mete el gol. Con patatas sin sentido no se llega a ningún sitio y, menos al ascenso.
Embargos, intermediarios que prestan dinero y desbloquean las cuentas y que nadie sabe quién es, césped horrible, entrenos en pueblos de la provincia al no poder usar con frecuencia la ciudad deportiva, inestabilidad…en definitiva, los factores externos afectan también al vestuario y así ha sido en los tres últimos años. Este no creo sea diferente.
Voy a insistir mucho en el sentido de buscar una solución a la entidad antes que exigir el ascenso. No me preocupa estar en Segunda B si mientras tanto el club alcanza la estabilidad que no ha tenido en el último lustro.